Conxi Pérez nadó por sus sueños a contracorriente, como los más valientes. Tomar decisiones sobre los viajes largos no es nada fácil, como tomarlas sobre la vida. Su relato es un testimonio que, para algunos, puede no tener precio. Sus fotos… Juzgad vosotros mismos.
¡Gracias Conxi! Alas y Viento.
1 VIAJE, 2 AÑOS, 11 PAÍSES, 11 FOTOS
De un día al otro, cogí la mochila y me fui. Aquí mi vida no me gustaba. Bien, no fue de un día a otro. Hubo muchas cosas que hacer: vender el coche, vaciar mi casa para alquilarla… Tuvo su complicación, desde luego.
Debí regalar y desprenderme de cosas y recuerdos que para mí eran importantes..Lo pasé un poco mal. Y dejé el trabajo. Incluso algún compañero se enfadó porque me iba. Cenas de despedida, frases de “Seguro que nos volvemos a ver”. También podéis venir vosotros a verme, les decía. Me sorprendió que algunos lloraron, cómo si no me fueran a ver más, como en un funeral. Yo estaba radiante. No entendían nada.
Si, la mayoría me decía que me equivocaba. Mensajes negativos a puñados: “¿Qué pasará cuando te jubiles?”, “¡Una mujer sola!”, “Sólo te quedan 10 años. Aplaza el viaje para entonces…” “¿Ya lo has pensado bien?” “Pero….. ¿cuando volverás?”, “¿Y si te pones enferma?”, “¿Y si te pasa algo?, “Y si…?”
Uffff!!!! Qué cansinos eran. Hasta me llegaron a decir que eso de querer irme era una pataleta de niña pequeña. Que lo importante era el trabajo y la estabilidad de las cosas que ya tenía.Y yo pensaba, “¿Pero estos se creen que son inmortales? Tempus fugit”. No, soy enfermera y veo la muerte de cerca cada día. ¡Fíjate ahora, con el coronavirus!
Solo una persona me animó pero me dijo: “No creas que será fácil. A veces te sentirás muy sola. Lloraras” No fue verdad. En estos 2 años no lloré ni un solo dia. Me añoré de algunas personas, eso sí. Pero fue la época de mi vida en que me sentí más libre, sin ataduras de ningún tipo, sin reglas emocionales. Han sido los 2 años más tranquilos de mi vida. Me sentía feliz.
Mi viaje sin billete de vuelta al final iba a durar 2 años a través de 11 países. Ha sido difícil elegir una sola foto por cada uno de ellos. Pero ahí las dejo.
Aprendí un poquito de inglés, conocí a gente de diferentes nacionalidades y culturas, viví intensamente… Eso sí, pasé alguna situación apurada: un temblor de tierra, un tifón grado 3 a bordo de una patera… pero me sentía bien, sin miedo, con fuerzas.
Me he relacionado con nativos, me han acogido en sus casas, me he sentido tratada con cariño, apreciada, vital. Me han enseñado sitios que los turistas normalmente no conocen, he dormido en aeropuertos, muchos viajes en transporte público y, sobretodo, me han regalado mucha amabilidad y muchas sonrisas.
Y solo volví porque se me acabó el dinero. Ni más ni menos. Pero, naturalmente, sigo haciendo viajes aunque más cortos. No concibo la vida sin viajar. Me costó adaptarme a la vida que llevaba antes, la gente seguía sin entender porqué me fui. Pero yo si. ¡Y tanto que si! Fué un viaje maravilloso y una de las mejores etapas de mi vida y, en cuanto pueda… pillo la mochila y me vuelvo a ir. Alas y Viento. Un beso a todos.
Nepal
Tailandia
Laos
Camboya
Vietnam
Malasia
Indonesia
Singapur
China
Filipinas
India
Impresionante!
Todos en algún momento de nuestra vida deberíamos experimentar esa sensación de libertad y felicidad de las que hablas,conocer otras culturas,no pensar en el tiempo…,hiciste lo que quisiste cuando te vino bien y sin dejarte llevar por las opiniones de los demás.
Crecimiento personal a tope!me encanta!
Hola Susana! Pues si, todo eso que ha vivido y está a la altura al escribirlo. No es fácil a veces,no.No lo es. Mucha sensació honda. Saludos!