Ramón aparece por la puerta del autobús. MadredeDiosydelAmorHermosomecagoendiezyentodoloquesemeneaostrastújoderyaestabienhayparahacerseverdaderascrucesbbbbrrrrrzzzzz!!!!!! ¡Qué ganas tenía! ¡Ya tengo mi abrazo por fin! ¡Seis meses!
¡Bien! ¡Bien!!!!
Pues al tajo, compañero, que el tiempo pasa volando…
Como quien dice sin dejarle ni poner los pies en el suelo, nos vamos a patear la ciudad. Hobart se desparrama desde las colinas que la circundan hasta el mar. O viceversa. Es una ciudad abierta, con más iglesias que supermercados pero menos que bares y pubs, un puerto precioso y un cielo con cara de pocos amigos. También tiene un par de parques pequeñines, como para cubrir las apariencias de capital, pero sin necesidad alguna. Al fin y al cabo, a 20 minutos en bus tiene un enorme Parque Nacional, el Wellington, y toda la isla es pura Naturaleza virgen.
Pues eso, que ya tengo aquí a Ramón, mi viejo compañero de aventuras. Nos vamos a hacer una cena de celebración y coordinamos planes. Un trekk mañana por el Parque Nacional, luego nos iremos un par de dias a Bruny Island, subiremos hacia Lauceston, a lo que salga o se nos ocurra y, de fin de fiesta, nos pillamos un trekk de 4 días a Walls of Jerusalem. Poco a poco el viaje se irà armando como un puzzle.
En el P.N. Welington, desde Fern Tree donde nos deja el autobus llegamos hasta The Springs por el Glade Track, hacemos el Organ Pipes Circuit, subimos a Pinnacle y nos volvemos a bajar por la otra ladera de la montaña. Total, más de 6 horas. Precioso Parque Nacional e impresionantes los últimos 500 metros hasta la cima del Monte Wellington por una tartera, fuera pistas, que escalamos siguiendo a un australiano que hemos conocido en el camino. Igualmente, maravillosas las vistas durante todo el circuito y, especialmente, claro, al llegar arriba. La cima no se disfruta como otras. No hay paz. Aquí se puede llegar en coche y, como consecuencia, esta lleno de turistas que suben para hacer la foto. Gente que llega a destino sin hacer el camino.
Alquilamos un coche para toda la semana y lo subimos a un ferry hacia Bruny, una salvaje isla con cierto aire jurásico a media hora de Hobart.
La Naturaleza, en la isla de Bruny, ofrece unos paisajes tan perfectos que parecen haber pasado por Photoshop. El clima és cambiante con una rapidez antinatural, como producido en un laboratorio con un loco de mente taquiarritmica subiendo y bajando palancas meteorologicas sin ton ni son. Por turnos, sol, frio, lluvias, nieblas cerradas y vientos huracanados se van sucediendo en fila india durante todo el dia. Y el arco iris, detrás, intentando cumplir su papel intermedio con un poco de pausa y organización.
Hemos conseguido para dos noches una chulada de casita prefabricada, un cottage le llaman, delante del mar, que nos ha salido baratisima. Tiene un salón-comedor-cocina con estufa de tacos y un jardin por donde pasan constantemente grupos de huidizos wallabis, unos marsupiales de talla “s”, entre canguro pequeño y conejo gigante.
Los dos días transcurren màs que rápidos haciendo senderos, disfrutando vistas sublimes y comiendo delicadezas tanto en casa como fuera, Dicen que Bruny es famosa por su queso, su wisky y sus ostras pero, además, tienen una carne buenísima, tanto de ternera como de cordero, pescado fresco para dar y tomar y vino de muchísima calidad. Así que…un sufrimiento.
El mejor sendero, sin duda, es el Fluted Cape Walk, una preciosa caminata de solo 2 horas y pico, corta, pero magnifica, que recuerda los más agrestes Caminos de Ronda de la Costa Brava. Me siento como en casa. Paisajes de quitar el hipo. No es difícil, pero el sendero no tiene ninguna valla protectora y un resbalón es mortal. Tampoco es dura, pero con 9 ó 10 Kg en la mochila no subes silbando.
Después del trekk, en el Bruny Hotel, un negocio local que distribuye alojamientos varios a lo largo de la isla y es, también, restaurante, pub y tienda de vinos, descubro la mejor escalopa de pollo parmesana que he comido nunca. Mi plato preferido. Compartimos con Ramón la parmesana, un mixto de pescado al grill, los dos platos con patatas fritas y ensalada, y un púding de manzana con praliné de almendras. No va más. Pasamos la tarde en casa, al ladito de la estufa, mientras fuera un temporal de lluvia y viento azota la isla con saña. No se puede estar mejor. Es imposible y, además, sería pecado.
Cuesta irse de Bruny pero hay que seguir. Siempre adelante. Ferry de vuelta y empezamos a subir hacia el norte. Próximo destino, el lago St. Claire.
Después de visitar una reserva de animales por el camino, hacemos noche a 50 km del St. Claire en un pueblo rarísimo: Tarraleah. Es algo así como un poblado vacacional, prácticamente vacío, al lado de una Central hidroeléctrica. Un Café, la recepción del complejo, un restaurante y unas decenas de alojamientos prefabricados en forma de pueblo. Nada más. Ni un colmado, ni una farmacia, ni una tienda. Alrededor, grandes extensiones de bosques y unas instalaciones energéticas de dimensiones gigantescas con unas enormes tuberías blancas que bajan hasta el rio. En las calles, solo pájaros, pajarracos y wallabis. El pueblo parece abandonado.
El lugar es de novela de terror de Stephen King. El argumento es claro: unos extraterrestres pretenden apoderarse del Mundo distribuyendo energía producida con agua tóxica. Los habitantes del pueblo, infectados por radiaciones que han esclavizado sus mentes, se mantienen encerrados en las casas sin personalidad ni alma y con sus cerebros controlados por los “malos”. Si pasamos de esta noche sin que los marcianos nos dejen el cerebelo como un huevo duro, mañana salimos de aquí CQTC*.
Nota. *CQTC: Corre Que Te Cagas.
Quina bellesa que te Tasmania!!! Em va faltar tan a veure, espero poder tornar. Però de moment, d’aqui 3 setmanes marxo cap a l’Uluru! Hem pogut montar el viatge amb els meus amics com et vaig explicar!! Visitarem Alice Springs, Kings Canyon, Kata Tjuta i obviament l’Uluru! Espero que estiguis molt bé!!! Una abraça ben forta!
Ramon, el noi que vas conèixer a Nova Zelanda
Hola Ramón guapu!!! Que bè, Uluru! T encantará. Fora de Tasmània, el millor destí d Australia. Tens les meves impressions al blog. Una abraçada molt forta i records i salud als teus pares.
Por FI menjaran calent.i be ?
Desde luego cuando viene Ramon como mucho mejor! Pero, en comidas suelo cuidarme muy muy bien, solo que no voy de restaurante ?
Solo por las fotos ya dan ganas de conocerlo y haberlo podido compartir con un amigo es genial.
Hola Pilar! Pues si, todo una chulada. Y sigue… Saludos!