Hoy explico un «truquillo» viajero que a mi me ha facilitado mucho la planificación de viajes.
Para la organización de un viaje, ya no te digo si se trata de un viaje de 9 ó 10 meses por varios países como etapa de una Vuelta al Mundo, lo más difícil es empezar, hacer el esqueleto inicial que luego irás desarrollando. Todos los países ofrecen tal cantidad de posibilidades y alternativas que, de entrada, pareces un cormorán en una reserva piscícola y no sabes ni por dónde empezar. Ponerte a leer y leer sin orden ni concierto es un error porque te atiborras de información y se te hace un tapón que complica la toma de decisiones. La carta de este local llamado Mundo es demasiado larga.
Para eso, yo tengo un libro de cabecera: «El Mundo» de Lonely Planet, un tomazo de casi 1.000 paginas. Me lo regalo mi hijo hace muchos años y me ha ido muy requetebien. Es una guia basiquísima de los más o menos 200 países del planeta. Uno a uno, te ofrece un mapa, las «mejores experiencias», o lugares de mayor interés, mínimamente explicados, alguna foto descriptiva y datos básicos como temporadas y gastronomía, todo ello en 3 ó 4 paginas.
Obvio que no es para llevarlo en la mochila, sino solo para darte una base de recorrido y, si quieres, fotografiar las páginas que te interesan. De un vistazo te haces a la idea de por donde has de pasar sí o sí, según tus gustos y preferencias, lo que te permite hacer un útil esquema inicial de tu viaje. A partir de ahí a concretar y llenar huecos porque un viaje se ha de ir organizando como un puzle, sin prisas ni pausas pero a capas, como las cebollas. Has de ir organizando paso a paso, con un ritmo tranquilo por que, al fin y al cabo, tu propones… y la vida, en viaje, hace después lo que le da la gana. Y ahí está la gracia. Las agendas no son para viajeros.
El librico en cuestión se puede encontrar, por ejemplo, en la librería Altaïr, Gran Via de les Corts Catalanes, 616, Barcelona, un verdadero oasis viajero en medio de la ciudad.