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Argentina y Chile (6) Ushuaia. Cumpleaños en el Fin del Mundo

Escala, otra vez, en Rio Gallegos. Salimos desde El Calafate a las 3 de la madrugada. He aprovechado para asuntos varios desde la computadora que me han dejado en el Restaurante Isabel. Entre otras cosas, conseguir una habitación en Ushuaia porque no llegamos alli hasta las 21.30 horas. Muy cansado. Ha sido sentarme en el bus y, más que dormirme, he entrado en coma. Cuatro horas de sueño profundo.

No sabeis como nos han tratado de rebien la gente del susodicho restaurante y, en general, todos los argentinos. Gente abierta, cariñosa, divertida, culta, hospitalaria, amigable, atenta, respetuosa… Seguro que habrá que no son asi, porque en todas partes cuecen habas pero, o los argentinos son una buena raza de chapeau o a nosotros nos ha tocado lo mejor de cada casa.

En Rio Gallegos hago ejercicios para estirar las piernas pero más bien me sale algo asi como la danza nupcial del urogallo. Desayuno, aseo general y otra vez al bus a pasar la viglia de mi cumpleaños en ruta hacia el Fin del Mundo.

Viaje duro, 600 Kms más. Cuatro fronteras/aduanas (salida y entrada a Argentina y entrada y salida de Chile), cruce del estrecho de Magallanes con la barcaza que nos lleva al bus y a nosotros, 50 Kms de carretera de grava con traqueteo quebrantahuesos… Bandejita de comida «notexplico». Vemos «Lo Imposible». Mala pelicula para ver en viaje. Huele a carne humana amontonada. Ni Mafalda 6 me hace reir. Realmente un viaje al Fin del Mundo.

Ushuaia es una ciudad más bien feota, pero en un enclave privilegiado. Guarecida en la Bahia Escondida, justo donde se encuentran el Oceano Atlántico y el Pacífico Sur, y rodeada por el final de la Cordillera de los Andes. El mismo dia puedes esquiar en el Glaciar Marcial y navegar en el Canal Beagle. Por sus calles se mezclan mil leches: nativos, la mayoria más centroamericanos de reguetón que argentinos, elegantes ganaderos latifundistas, mochileros de todas las nacionalidades, pijos porteños de fin de semana o de vacaciones… La calle principal, San Martin, parece una calle de Andorra con vistas al mar. El clima durillo: viento, un grado de temperatura, aguanieve…cuchillas en la cara.

Mi cumpleaños, bien, gracias. Cenita buena en el restaurante «Volver», un indescriptible local en el paseo marítimo con estufas de tacos, figuras de cera, pinturas bohemias, redes de pescar, antiguedades varias y música de Edith Piaf. De cenar, ceviche «De Puta Madre», cazuelita de centolla y tiramisú. Un dia es un dia. Una copa de espumoso cortesía de la casa y fuegos artificiales a cuenta del Ayuntamiento. De vuelta al hostel, el demonio me regala una gripe. A ver…




Argentina y Chile (11) El volcán Lanin

En la posada de Ensenada nos encontramos un matrimonio francés que se ofrecen a llevarnos en su coche a Bariloche. Todo es ahorro asi que nos vamos con ellos. Tras ver el Lago Todos los Santos y el volcan Osorno, asomarnos a la costa del Pacifico en Bahia Mansa y zamparnos alli unos «locos», reineta a la plancha y congrio colorado frito, todo ello regado con vinito blanco chileno, pasamos fronteras otra vez y recalamos en Bariloche. Curioso de ver entre las fronteras la cantidad de arboles requemados y la acumulación de ceniza que todavia quedan de la erupción del Chaiten, a 1.000 Km de alli. El viento sopló desfavorable a Argentina.

Dejamos Chile definitivamente (?). Desde luego es mucho más dificil viajar por Chile que por Argentina. Malas carreteras, sin servicios, huelgas, pocos autobuses, mala información… Los chilenos, o los patagones chilenos que son los que he conocido, son, siempre en general, sosetes, hospitalarios y respetuosos pero poco comunicativos, tímidos, poco vitales y nada expresivos. Para sacarles información hay que interrogarles a fondo y con tiempo. Físicamente son compactos y de talla baja, tipo osetes. Y, con todo ello, la vida en Chile es lenta, contemplativa, totalmente carente de estrés, como un largo rio sereno y tranquilo. Y en absoluto digo nada de eso con menosprecio. Chile es tremendamente especial. Apenas hace 3 años, en febrero del 2.010, sufrieron uno de los mayores terremotos de la historia (8,8 grados) con una réplica (6,9 grados) meses despues. El terremoto y el tsunami posterior mató mas de 500 personas y destruyó todo lo que encontró por delante. La solidaridad y tenacidad de los chilenos hizo que hoy se note muy poco aquella devastación. Son una de las primeras potencias mundiales (la primera de hispanoamerica) y su naturaleza es rica y magnífica. El problema son las desigualdades profundas y, en mi opinión, su servilismo, o pasotismo, tanto respecto a sus politicos como a las empresas chinas, japonesas, americanas, españolas, etc, etc. No se. Eso es lo que me ha dado tiempo a ver y oir, por mi mismo y por ellos.

Y el «adios» a Chile es el «hola de nuevo» Argentina. Ahora un par de dias de tranquilidad para recuperar kilos a golpe de empanadas y asados y otra vez a la carga. Nos espera el volcán Lanín.

En el Lanín haces cima (3.766 mts) en 2 dias. El primer dia llegas al refugio (2.315 mts) en 4 horas. Poca dificultad, algo de nieve, mucha piedra. Poco. Tranquilo. Lo único malo es que vas cargado con 10 ó 12 Kg porque te llevas la comida para 2 dias más el equipo. Nos ha tocado un día esplendido y las vistas son preciosas. Dicen que el Lanin es el mirador de los volcanes. A las 14 horas ya estas arriba, en el campo base, y tocan 4 horas de convivencia con guias y compañeros. El grupo son una pareja gay, otra hetero, 7 cuarentones chistosos y jaraneros de permiso conyugal y nosotros. Muy machitos los cuarentones, ya se sabe. La verdad es que el ser humano pierde mucho en jauría, amparado por la masa. A las 7 de la tarde, la sombra del Lanín queda, amenazadora, perfectamente dibujada en el valle. Unos espaguetti y a las 8 a las carpas a «dormir».

El segundo dia es el «coco». De miedo. Mucho peor de lo imaginado. Diana a las 3,15 horas e inicio de la ascensión a las 4 horas. Toda la Via Lactea sobre nosotros. Equipo básico más polainas, crampones, casco con la linterna, piqueta y culipatín para la bajada. Son 1.250 mtrs de desnivel/7 Kms. Abrevio. En fila india 13 personas, 4 guias, paso a paso en la nieve. Primer tramo 1 hora y cuarto, ahora con 5 Kg de peso en la mochila, 15 minutos de descanso para hidratarse. Seguimos. La cosa se va poniendo chunga, muy vertical, un resbalón y good by. Amanece pero ojito con entusiasmarse con el paisaje. De refilón ves la luna, cuarto menguante, y el cielo rojo tierra. Parece que nos respetará el tiempo pero esto aqui arriba puede cambiar en cualquier momento. tengo los dedos de las manos helados. A turnos, voy poniendo las manos en la entrepierna (la mia). Es un truco de viaje. Si no te calienta tu entrepierna es que ya tienes verdaderos problemas de congelación. A esas alturas ya estoy muy cansado. Mucho. Llegamos a los 3.000 mts. Aqui es cuando ya hay que decidir. No hay marcha atras. Sólo 1 del grupo dimite. Temo problemas porque hay otros 3 ó 4 muy apurados. Barrita de chocolate, hidratación y seguimos. Me duele la cabeza. Mal de altura. Incomodo. No voy nada sobrado y el corazón me late demasiado deprisa para mi gusto. Respiro hondo. Ya es de dia. Prohibido mirar para arriba ni para abajo. Ultima parada de 15 minutos a 3.350 mts más o menos y de ahi a la cima, cueste lo que cueste porque no hay más. O eso o movilizar un equipo de 10 personas y un helicoptero para bajarte te dicen. Curioso lo solo que te sientes por mas gente que te rodee. Paso a paso sin pensar. Estás entrenado y vas a llegar asi que no hay bronca. Y llegas. 6 horas desde el campamento a 2.315 mts. Nosotros dos nos miramos asombrados. No sabes…la sensación es…sientes que…miras alrededor y ves …todas las montañas y volcanes, todos los lagos y nubes debajo de ti…mires donde mires todo está debajo de ti. No sabes…muy emocionante. Sólo de escribirlo se me pone la piel de gallina

Dificil escribir todo esto. Son las 10 y falta bajar. En la cima te vas helando. Vas abrigado hasta las orejas y quitarte un guante para hacer fotos es una hazaña. Y falta bajar, si. Quedan 16 Kms para llegar a la base de la que salimos ayer, con una breve parada en el campamento donde hemos dormido. Los primeros kilometros a pie, luego te quitas los crampones y pillas la piqueta y el culipatín. Eso, el culipatín, es un artilugio de plastico, tipo raqueta de tenis con mango corto que te pones en el culo por entre las piernas y te hace de trineo individual. La piqueta es el «timón» y el «freno». Entre comillas. Pues eso, «pabajo» a toda leche. A las 13.30 estamos en el campamento. Los jaraneros ya no hablan. Nadie habla en realidad. Tocan curas porque Berta a) tiene una rodilla muy perjudicada y b) se le ha roto pantalón y calza térmica y se ha quemado medio palmo de culo. No queria utilizar el culipatin porque se embala mucho y ha bajado directo sobre los pantalones. Eso a veces sale bien y a veces mal. En este caso…mal. Herida molesta de tratamiento largo. Cura de urgencia. Yodo, gasa y esparadrapo, me cargo las dos mochilas a la espalda y salimos a las 14.30. Llegada feliz a la base a las 17.30, furgoneta y, a las 18.30, ducha de lo que queda de nosotros. No voy a aburriros enumerando todo lo que me duele. En realidad me duele todo, todo. Dejemoslo ahi. ¡Vaya somanta nos ha dado el Lanín! Cena a las 20 horas: suprema (milanesa) de pollo con papas fritas ganada con el sudor de mi frente. Merecidisima. Tanto que no se si comermela o colgarmela de medalla en el pecho. Un Cafayate cavernet souvignon fresquito.

Tenemos 5 dias para recuperar y llegar a Mendoza. Alli espera el campamento base del Aconcagua. Vemos si se puede. Pero bueno…eso será otra historia.




Argentina y Chile (7) Puerto Natales. Las Torres del Paine.

18 horas de viaje «nitecuento» con gripazo. Salida a las 5 de la madrugada y llegada a Puerto Natales a las 11 de la noche. Dejamos mochilas en el hostal y directos a cenar. Un cevichito y una milanesa con papas. Reconfortante. Ya en Chile y mas sellos en el pasaporte.

El circuito «W» de las Torres del paine es un trekking mitico, a la altura del Campo Base del Everest, el Kilimanjaro, La Falisse del Pais Dogon o el Inca Trail del Machupichu.

Desde la base del Refugio las Torres, el primer dia subes al refugio El Chileno, dejas ahi las mochilas y sigues hasta el Mirador Base Las Torres. Noche en El Chileno. Total 14 Km de los que el ultimo, un camino de cabras parribatotal con precipicio incluido, le confiere categoria de dificultad media-alta. Hay que mirar por donde pisas porque si vas de «Ayque bonitoquebonitotralaritralara»…mal vas. Desde ahi tienes unas vistas perfectas a las Torres del Paine. Son tres pilares graniticos, tipo martillo pilon vertical, con aspecto fantasmagorico cuando estan parcialmente cubiertas de niebla, que se hunden en un lago color turquesa. Son tan imponentes como el Fitz Roy y el entorno es mas salvaje. A eso de las 10 de la noche, despues de cenar en el refugio, ves las Torres, un cuarto de luna creciente y Venus, todo enmarcado en nubes. Momento magico. En la habitacion tres literas. Me toca la cama de arriba. ¡Ostras tu! ni baranda ni nada. Tambien sería de burro llegar hasta aqui sano y salvo y descalabrarme por un mal sueño. ¡Ah no!

El segundo dia del Chileno al refugio Los Cuernos son 11 Km de un sendero fangoso con mucho canto rodado, piedras y piedrecitas. Llano pero muy esguinzon. Los ultimos 4 Km son de cuento. A la derecha los Andes nevados, a la izquierda el lago Nordenskjold. Para hacerse una idea es como si se juntaran de golpe los Alpes suizos y los fiordos noruegos. Una pasada. Llegando empieza a nevar ligeramente y 6 o 7 aguilas planean encima nuestro. Un par de ellas no estan ni a 30 metros de nuestras cabezas y son grandes como personas. Espero no sean cortas de vista. Si me sale en este momento un gnomo le saludo como lo mas normal.

Harto ya de mi gripe, decido hacer caso a los medicos que dicen que lo mejor para tratar eso es beber 3 litros de liquido diarios. Me sacudo 1 litro de agua, 1 litro de vino y 1 litro de Pisco Sour. La gripe, debilitada por el ahogamiento, masculla insultos hacia mi persona. Yo contento. Tururú. Que seria de mi sin los medicos.

La tercera jornada vas desde el refugio Los Cuernos al Mirador Britanico y, de ahi, otra vez para abajo hasta el refugio Paine Grande. No es un paseo. Entre 8 y 10 horas por caminos tuercebotas, a tramos casi verticales. Amenizan la jornada un temporal de nieve y rachas de viento de 40/50 Km/h. El tramo final hasta Paine Grande transcurre por un bosque quemado que da grima. A finales del 2.011, un turista hizo un fuego fuera de las zonas permitidas y carbonizó casi 20.000 hectáreas de Parque Nacional. Parece increible el daño que puede hacer un solo imbécil.

Hambrientos, cansados y con el frio en los huesos. Por la noche, despues de cenar, una agradable sorpresa: en el enorme comedor del refugio, nos encontramos por casualidad total con Sven Propson, un joven pediatra de Dormund enamorado de los viajes con el que hicimos el año pasado el Inca Trail en Peru. Grandote, cariñoso y bonachon, Sven es un encanto. ¡Que casualidad! ¿Qué Ley cósmica organizará estos encuentros? ¿Significarán algo? A saber, pero lo dicho, fue una agradable sorpresa para todos. Nos pusimos al dia de nuestras vidas en un par de horas despues de la cena. A las 10 a dormir totalmente agotados. Desayunamos tambien con Sven y hasta…seguro que nos volvemos a encontrar por el Mundo.

Ultimo dia 6/7 horitas hasta la guinda del pastel, bueno, el pastel completo para celebrar el final del «W»: el glaciar Grey, la version salvaje del Perito Moreno. Maravilloso. Aqui jamás llegará un autobus, asi que para verlo hay que currarselo. Toco madera.

Y colorin, colorado…ahora a ver como seguimos hasta la carretera Austral.




Argentina y Chile (10) Cochamó. El eslabón perdido de la Ruta 7

Tras una sucesión de autobuses y ferrys por la Ruta 7 y los fiordos del Golfo de Ancud, llegamos a Hornopirén. Bienvenida a lo grande con la vista del Volcán. Un cono perfecto. Hemos salido a las 12 h., son las 20 h. y hay que encontrar alojamiento. Apetece un vino. Estaría bien un vino blanco bien frio y un poco de pescado a la plancha. La verdad es que tengo hambre. A ver.

Pues fué ceviche de salmón y una especie de parrillada de cerdo y pollo con patatas hervidas. Vino tinto chileno. Medias raciones, no creais. El alojamiento es una casita de huespedes destartalada. Habitación doble 22 euros. 8 horas de sueño, un café y salimos a las 7.30 h. hacia Cochamó. Para llegar necesitas 3 autobuses mas 15 Km a pie. Todo, 8 horas, por sólo 135 Km, pero hay que ver que kilometros. Carretera de ripio puro socavones por parajes con bosques, rios, volcanes y lagos. Tragando polvo a tope. En Puelo, a 30 Km de Cochamó nos despedimos de la Carretera Austral. Ya en Cochamó. Llevo ya 3 dias en maceración en mi propio jugo. No se si vale la pena ya ponerme en agua caliente o es mejor que me sazone y espolvoree con finas hierbas.

Cochamó es… el eslabón perdido de la Ruta 7. Y por muchos años si Dios quiere. Alli, bueno, no alli si no a 12 Km de alli, empieza una ascensión de 15 Km hasta el Valle La Junta, al que ya llaman el Yosemite chileno. Es…el paisaje perfecto. Un valle verde, cruzado por el rio Cochamó y rodeado por una cordillera de impresionantes rocas de granito de la que nadie sabe el nombre. Aqui llegan menos de 10.000 personas al año. Un tercio se quedan aqui que ya está bien, y normalmente suben a caballo guiados por gauchos. Otro tercio viene a escalar y el tercio restante venimos a hacer trekking porque de alli salen una serie de senderos salvajes ganados al bosque a machete y sierra. Intentamos llegar por un camino de caballerias pero no nos podemos quedar. Solo hay dos refugios: uno está cerrado por una plaga de pulgas y, el otro, también cerrado porque el guarda ha bajado a ver a su padre enfermo. Tal cual te explico. Y tenemos que volver para abajo otra vez. 3 horas para subir, 3 horas para bajar. 30 Km. Los 12 Km que quedan hasta Cochamo los hacemos en la bañera del pick-up de unos trabajadores que arreglan la carretera. Despues cenamos en La Ollita, con los propietarios Victor y Marina, y con su hermana y su cuñado. Los conocimos ayer y ya somos… de la casa, dicen. Es el mejor restaurante chileno que hemos encontrado. Basico pero buenisimo. Puys (una especie de chanquete) al pil pil, caldillo de congrio y salmón a la mantequilla con eneldo. Despues pisco con coca cola y conversación. Nos hablan de la Patagonia y les hablamos de Catalunya. Feliz. Mañana volvemos a La Junta. Segundo intento de quedarnos alli para intentar los senderos porque nos dicen que el guarda ya tienen a su padre bien. Hay dos trekkings imprescindibles, dicen: El Anfiteatro y el cerro Arco Iris.

Berta amanece con una contractura en la espalda. Mal asunto. Se la hizo ayer tirando de la cuerda del cajón que, mediante un cable te cruza el rio para llegar a los refugios. Necesita dos dias de descanso. Ni deporte ni bus. Decidimos que voy yo solo para arriba y hago, la misma tarde El Anfiteatro, duermo alli, y al dia siguiente Arco Iris y de vuelta a Cochamó. Un poco bestia pero se puede hacer.

El Anfiteatro. Tremendo. Los 15 Km para llegar al refugio transcurren mas o menos plácidamente pero bajo lluvia constante. El camino se va convirtiendo en un lodazal. Voy pensando en el amigo Bruce: «Be water my friend». Paso con el cajón de cable al otro lado del rio, como un bocata de langoniza y me subo para arriba apretando los dientes (en argentino «mascando bronca»). ¡¡¡D I O S M I O!!! Donde me he metido!!!! Me hundo las botas en el barro, paso rios por 3 ó 4 troncos tipo cucaña grande sin barandas ni puñetas haciendo funambulismo, me pierdo, me vuelvo a encontrar… Y llueve. Si escalar son las 12 h. en el reloj esto son las 11 h. bien pasadas. Una cordada para pasar un tobogan de roca resbalosa tipo cascada. Miro para abajo y… cagao. Tal cual. Sigo. Duro. Me noto al límite de mis posibilidades. No se si estoy más cerca del «fuerte como una mula» o del «loco como una cabra». Eso no se hace solo y sin guía. Con ansiedad o vertigo imposible hacerlo. Llego y me rodea el Anfiteatro. Cuatro fotos y bajo sin decansar porque se me están helando las manos. Nieva. Para abajo otra vez. Lo mismo al revés. Total, hoy unos 25/30 Km. 8.30 horas. Dificultad Alta.

En la cabaña, calado hasta los huesos me voy secando poco a poco arrimado a la cocina de leña. Ceno con el guarda dos platos de espagetti con tomate y chile. Media botella de vino ganada a pulso. La cabaña es una mesa en la susodicha cocina, un lavabo y dos habitaciones con literas. El guarda se va y me quedo solo. Fuera un temporal de lluvia y viento. No pienso, escribo esto a la luz de una vela y me voy a dormir. Molido.

El Arco Iris. Me despierto… perjudicado y tambaleante. 7.30 h. Desayuno frugal y asalto el cerro Arco Iris. Lloviendo, claro. Paso el rio en el carrito y de ahi, «parriba». Otra locura de barro, cuerdas, lluviaaaa…. Más vertical si cabe que el Anfiteatro. Llego al Mirador 1 (creo, porque alli no hay ni un letrerito). Dicen que desde alli ya es escalada pura y dura y que hay nieve. Veo una pared vertical con una cordada y me paro. ¡Ni se te ocurra chaval! El tiempo está fatal y la vista es no vista por las nubes que lo cubren todo. Apenas la silueta en blanco y negro de montañas de granito, árboles y nieve. Asi que «pabajo». Más dificil bajar que subir. El firme no tiene nada de firme. A veces barro, a veces raices entrelazadas durante cientos de años y selladas con musgo. Metes el palo y se hunde 2 palmos, pillas lodo y desaparece la bota, te vuelves a perder, te vuelves a encontrar… Y llueve, claro. Soy pura humedad. Como un bocadillo en el refugio (carrito va) y me bajo para Cochamó (carrito viene). Mas lluvia, mas barro, mas sudor. Total 8 horas de puro caminar, brincar y gatear. En 2 dias 60 Km, 15 horas.

Llego como para meterme todo yo, tal cual, en la lavadora. Si hubiera, claro. Los pies despellejados. Ducha y a cenar en La Ollita: Ceviche de salmón y congrio a la mantequilla. Quien venga a Chile y no pare aqui para ver el Valle La Junta se va a perder algo realmente auténtico, pero si viene y no cena en la Ollita, lo mando fusilar.

«… Bajo los volcanes, junto a los Ventisqueros, entre los grandes lagos…Quien no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta. De aquellas tierras, de aquel barro, de aquel silencio, he salido yo a andar, a cantar por el mundo» Pablo Neruda. «Confieso que he vivido»




Argentina y Chile (8) Parada y fonda. De la Ruta 40 a la Carretera Austral

Salir de las Torres del Paine hacia la carretera Austral es un lio. Es temerario, por la nieve, pasar por el Lago del Desierto a Villa O Higgins. Tras calibrar las posibilidades, escogemos la frontera de Los Antiguos-Chile Chico. Eso significa volver a El Calafate y El Chalten, lo cual no es ningun sacrificio porque dejamos conocidos por ahí y no hay muchos lugares mejores para hacer parada y fonda y cargar pilas. En El Chalten mal tiempo, eso si. Nieva fuerte. Pero mejor, más calentito se está en el refugio…bueno…casi un mes de viaje pasa sus facturas. Estado de animo: 0 grados centigrados, nublado, marejada a fuerte marejada. Me voy a la cama. Mañana sera otro dia.

Efectivamente, hoy es otro dia. Mira tu por donde.

Un par de consejos de viaje:
1.- Error total no entrenar antes de un viaje de trekking exigente. No sabeis lo que joroba lesionarse en medio de un viaje y los problemas que supone. Mamá no esta en casa. Si no tienes tiempo de entrenar, ves a un hotel tranqui de un sitio guay y tan contento.

2.- Ademas de entrenarte físicamente has de entrenar fisiológicamente. A ver como explico esto. El viaje estriñe. Si. Es un hecho. ¿Que como se entrena eso? Pues con la teoria de los movimientos reflejos de Paulov. Has de buscar una pauta que, repetida diariamente a la misma hora…implique el movimiento reflejo deseado. Para mas informacion buscar por internet. O mejor consultar a tu farmaceutico o naturopata que yo no estoy para escatologías.

La ruta 40 es la arteria principal de la Patagonia argentina. Va desde Rio Gallegos hasta las fronteras del norte y enlaza con las carreteras afluentes que desembocan en los puntos principales de nuestro viaje al Fin del Mundo. Para llegar a la Carretera Austral, y por uno de esos afluentes de la ruta 40, se llega a Los Antiguos y, de ahi, hay que pasar a Chile Chico y Crochane, donde pillaremos la carretera Austral.serán 1200 Km, muchos sin asfaltar, que unen Villa O’Higgins con Puerto Montt a traves de Parques Nacionales, lagos, rios, bosques y volcanes. Para seguirla, habrá que combinar autobuses, caminatas y ferry. Las comunicaciones son dificiles y tenemos entre 12 y 13 dias para hacerla.

Para ir ligeros de equipaje hemos facturado en bus a Bariloche las mochilas grandes. Con lo puesto, el equipo basico de montaña y una muda, vamos a por ello.

Tras 5 horas de viaje, la ruta 40 gana y el motor del autobus se rompe en Gobernador Gregores, un desolado pueblo minero (oro y plata) en medio de la nada. Una avenida principal, barracones, casitas unifamiliares prefabricadas… Todo el mundo abajo y a esperar al mecanico. 2 horas. Otras 7 horas de viaje busero, dejamos la ruta 40 que nos ha hecho de cauce hasta ahora y llegamos a Chile.

Chile esta de elcciones y hay huelga de funcionarios. Fronteras a medio funcionamiento, Informacion y Turismo y muchos locales cerrados, cambios de horarios de buses… Hay que tomarselo con filosofia. Cruzamos la frontera a pie (15 Km mas) y encontramos un hotelito tipo familiar en Chile Chico. ¡Tres comidas caseras memorables! Sopita, un guisadito de pollo, una milanesa, un ceviche de salmon…ummm. Me estaba quedando en los huesos. Y Ya, nos vamos a por la carretera Austral. TACHIN TACHIN! ¡¡¡Un montón de ganas!!!




Argentina y Chile (9). La Carretera Austral

Desde la llegada a Buenos Aires, hace ya un mes, nos hemos zampado 6.900 Km en bus y 225 caminando. ¡Toma candela! Seguimos.

Coyhaique. Por fin en la Carretera Austral o Ruta 7. Ha habido que renunciar a Cochrane y atracamos en Coyhaique. No estaba previsto pero, para lucimiento del personal, subimos al Monte de Divisadero. 20 Km/5 horas. Los primeros 8, muy facilitos, en plan paseo bucolico con la abeja Maya, pero los 2 últimos se encabronan caminando por una especie de torrente seco o cortafuegos vertical de «si lo sé no vengo». En la cima, un aguila y un condor planean observandonos con curiosidad. Me parece que no ven por aqui muchos bichos como nosotros.

Puyuhuapi. Pura Carretera Austral hasta Puyuhuapi, a orillas del canal del mismo nombre y a 20 Km del Parque Nacional Queulat.La carretera, lluviosa, frondosa, a veces en construcción y a veces en destrucción, con socavones tremendos. Paisaje tipo Jurásico y selvático. Muy especial. Muy de peli de aventuras del bueno contra la guerrilla y los malos que cuidan del malo malisimo. El pueblo, destartalado, básico, húmedo, con una bahía donde llegan las toninas casi hasta la playa. Mucha piscifactoria que hace polvo el mar, especialmente para exportar a España. Aqui no lo comen. Aquí, congrio o merluza. A la plancha. Ná más. El pueblo tiene apenas 75 años. Lo fundaron en el 35 unos colonos alemanes y, por eso, casas de hospedaje, calles y puentes se llaman Ludwig, Otto Uebel, Grosse, etc. Todo muy alemán. Mucha cerveza, claro. Cuando echaron a los alemanes de Checoslovaquia, los parientes de estos fundadores se vinieron para aqui y, entre esta estirpe y la de los temporeros chilotes, que les ayudaron a instalarse, hay lo que hay. Mucho ario por aqui. Si metes aqui a un latino, con 10 meses al año de lluvia y menos vida que en Marte, lo matas en 2 añitos.

Trekking hasta el Ventisquero Colgante, un glaciar al que se llega por un sendero entre un bosque húmedo, casi selva. Facil pero enfangado y resbaloso. 4 horas/ 12-15 Km. «pas mal» para mantener la forma.

Chaiten. 220 Km endiablados/6 horas. Tengo la espalda y el culo como si me los hubiera pateado una mula. Impresiona estar en un pueblo que hace sólo 5 años sufrió las consecuencias de la erupción de un volcán. A las 02 horas del 2 de Mayo del 2.008 el volcán Chaiten, que hasta entonces nadie habia considerado más que una montañita, escupió una columna de ceniza de 20.000 metros que llegó hasta Buenos Aires. Dió tiempo a evacuar el pueblo pero, ceniza ardiendo, lodo y árboles que arrastró la inundación del rio se llevó por delante casas y carreteras y mató miles de cabezas de ganado. Chaitén está todavia embarrado y polvoriento aunque, curiosamente, un paseo de menos de 2 Km por la costanera hacia el norte dscubre playas y montañas paradisiacos. Como si estuvieras en Costa Rica. Raro.

No vamos a llegar a Puerto Mont. Demasiado turístico. Nos desviamos hacia Hornopirén y de ahi a Cochamó. Dicen que es una zona mucho más salvaje. Dejamos la Carretera Austral, aunque aún veremos un último coletazo. Ha valido la pena vivir esta carretera a pesar del traqueteo, el polvo y las larguisimas horas de bus. Los paisajes son magnificos y queda poco tiempo para verlos asi. Los pueblos en los que hemos estado no tienen ni un siglo de historia todavia pero ya se han fijado en ellos las sanguijuelas y pronto empezarán a depredarlo. Endesa y otras compañias eléctricas americanas y suizas pretenden (y conseguirán porque la gente no podrá evitarlo) hacer presas y lineas de Alta Tensión a todo lo largo y ancho de la Patagonia. ¿Os suena la MAT? Más de 2.000 Km arrasados paisajistica y ecológicamente para que en las megaciudades subsista unos años más el sistema y la gente pueda ver 200 canales de tele, abrir las persianas de su piso apretando un botón y demás comodidades modernas. Y claro, para que grandes empresarios gordos de puro y corbata y políticos corruptos, lameculos y mentirosos sigan llenando sus insaciables bolsillos del dinero que jamás podrán gastar. Y la mayoría de la gente les seguirá dando alas consumiendo y votando sin ton ni son y todo seguirá su curso natural supongo. No sé. O quizás la gente se acabará dando cuenta de que hay que redefinirlo todo. Todo: «comodidad», «felicidad», «trabajo», «seguridad», «necesidad», «progreso», «exito», «riqueza»…

«El error consistió en creer que la tierra era nuestra, cuando la verdad de las cosas es que nosotros somos de la tierra» Nicanor Parra.