Catalunya (2) Girona. Cap de Creus (2ªparte) Cadaqués. Dalí y su paisaje mental
Cadaqués es muy, muy especial. La capital del Cap de Creus es una mezcla de la Rive Gauche parisina, la Essaouira marroquí y el barrio de San Blas de Cuzco. Una bomba. Sin saberse el por qué, hay pueblos con suerte. Nacen bonitos, crecen bonitos y, encima, tienen algo telúrico. Cadaqués es eso, uno de esos pueblos con suerte. Un bonito pueblo de pescadores que creció con cierta naturalidad y tiene al lado Port Lligat y a ese personaje indescriptible e inclasificable que fué Salvador Dalí.
Su onda expansiva desde el Empordá arrasó en el mundo. ¿Qué parte de la magia de Dalí viene de Cadaqués y viceversa? A saber. Pues eso, que de allí o a partir de ahí, porque no se sabe que fué primero si el huevo o la gallina, Cadaques es un nido de rincones, personajes, sensaciones y situaciones extra ordinarios, sin normalidad alguna. Blanco, bohemio, elegante, encantador, con aguas cristalinas, casas centenarias y calles de piedra flotando intemporalmente como en las pinturas del genio bigotudo.
De Cadaqués a Cap de Creus, un par de horas a pié por un antiguo camino de piedra imprescindible. Sopla tramontana «flojita». Cap de Creus es un montón de adjetivos bonitos y poco obvios: desabrido, salvaje, agreste, telúrico…
Junto al faro, «El Faro del Fin del Mundo», hay un edificio y, en él, un hostal restaurante con 4 ó 5 habitaciones. Tres palabras: IM PRE SIONANTE. Yo tengo algo con este sitio. Platos de siempre y de todos lados sin orden ni concierto: ensaladas, macarrones, butifarra, somozas, sardinas, pollo al curry… La decoración es, no sé. Tal cual: es «no sé». Una especie de taverna con sillas y mesas de madera gorda con vistas impresionantes, buena comida y camareros jovenes con rastas y pircings. ¿Qué hace este sitio aqui!? Es como un sueño surrealista dentro de otro sueño desquiciado y raro.
En ese restaurante, nada menos que en este lugar, veo que entra un tipo mayorcete con una niña jovencita tipo «hay que mona y que tonta que soy». Son las 6 de la tarde (olvidaba decir que aqui hay cocina non stop hasta las 12 de la noche o algo asi). Pues bien, el tipo (debe ser alguien famosillo), que viste pantalon de Coronel Tapioca, camiseta de deportista o algo asi y botas de vaquero «chúpamelapunta», se acerca contoneandose a la barra y le dice al camarero: ¿Con qué me tentais?». Me sonroja pensar lo que le debe tentar a un tipo de esta calaña. La niña se lo mira con admiración y sonrisa boba. El camarero, un chaval tipo Bob Marley en blanco, poco impresionado, se lo mira de arriba abajo con cara de asco y le dice: «Mira majo, ahí está la cartita». Al individuo en cuestión no se le mueve ni un párpado porque tiene la cara totalmente operada (se parece a Raphael), coje la carta y, como nada le tienta, dice: «Nada, nada, dame un agua pues». Media vuelta, graciosa y elegante, y adios. La mona le sigue. Hay gente para todo, pero la soberbia no es lo mejor para viajar y hacer amigos. No olvides nunca la prudencia y la humildad en la mochila.
Vuelvo al tema. Este sitio, todo el Cap de Creus, esta fuera de lugar en este mundo, es otro lugar, un mundo raro sin dimensión, con fuerzas extrañas en la tierra y en el cielo…una pasada.
Del Cap de Creus a Port de la Selva pasas por todo el Parque Nacional a pié, sientes el fantasma del ejecutado Club Med, de Dalí, que decía que éste era su «paisaje mental», de Plá, de… Ahora recuerdo que hasta Gabriel Garcia Marquez hizo, en sus «Cuentos peregrinos», un relato sobre estos lares y lo llamó, como no, «Tramontana». Buscadlo. Es muy bueno. Lo ha escrito alguien que sabe qué es esto. En su cuento, al final, el protagonista…No, no os lo explico. Preguntad al señor Geogle.
Algunos consejos sobre Cadaques:
Un restaurante: Es balconet
Un bar: El Casino
Una tienda: Tramontana Republik
Un personaje: mi amigo Joan Manel Tajadura. Tiene sindrome de Diogenes cultural. Desde postales a maquetas de barcos su casa es un museo. El es como la sección del Emporda de la Enciclopedia Larrouse, pero con mucho pelo y pocos dientes. Mención honorífica.