….UPS! El tren lleva retraso de 5 «horitas»: de salir a las 9.30 h. nada. Saldrè a las 2.30 h. de la mañana. No hay problema…
UPS, UPS! Aviso de nuevo retraso: Salgo a las 3.30 h…
UPS,UPS, UPS Ahora sí! 4.40 h. Gajes del oficio. ¡Voy pallá!
Pues ya he llegado al punto final del viaje por EE.UU: Los Ángeles, California. Desde Chicago a la Costa Oeste y un poquito más. No diré que conozco EE.UU pero, entre lo que ya había visto y lo que he vivido ahora ya me he hecho una idea: Nueva York, Florida, Illinois, Missouiri, Louisiana, Oklahoma, Nuevo México, Arizona, California… Mucho trozo.
En Los Angeles… homeless, ratas, suciedad grotesca, palmeras, naranjas, limones…. La calle está vacía salvo la correspondiente muchedumbre de «locos», deshechos humanos, más de los que he visto hasta ahora en este pais y he visto muchos. Aquí han dejado que la droga tome las calles y esto es el patio de un manicomio. Sin ninguna exageración. No son violentos ni retadores, eso no. Por lo menos con los demás. Consigo mismos sí. Es fácil encontrarte a uno peleándose con el carrito de la compra donde guardan todas sus pertenencias, con un escaparate que les devuelve la mirada o con un calcetín que no les entra a la primera. A partir de ahí, no te pongas en medio, claro. Un ambiente insano. Una barbaridad. Sus demonios son terribles y los maltratan a todas horas. En realidad, no había visto una cosa así en mi vida y en ningún lugar del Mundo. Lo único parecido fué en Etiopía. Fíjate que lejos, en todos los sentidos. Pensar que este país es el que se supone que gobierna el Mundo o, por lo menos, el que lidera Occidente es inquietante.
La verdad es que Los Ángeles es totalmente sorpresivo todo él. Decepcionantemente sorpresivo. La mezcla de lo que te sirven por la tele de estrellas de cine, Oscars y Hollywood, con la cara oculta que aquí se vive a pie de calle, sucia, alienada y miserable, produce, como muy mínimo, repelús. Y dá que pensar, la verdad.
El primer día voy a buscar la foto del letrero icónico de Hollywood, se me va la olla y camino y camino y camino…: Eco Park, Silver Lake, Griffith Park, cima del Monte Hollywood… Ahí ya si: foto del «Hollywood Sign». Y sigo: Walk of Fame y vuelta al hotel. Total casi 10 horas caminando sin parar.
El nuevo día bajo ritmo. Lo dedico a la Downtown, poco espectacular, y a una micro vueltita al Mundo en lo que se supone es otra ciudad planetaria, como el Londres de América,… pero en cutre salchichero. Barrio mexicano, feo, Little Tokio, artificial y sin gracia, Chinatown, cuatro «chinadas» sin él menor encanto, y hasta una Pequeña Lituania y una «histórica» Filipinas.¡No me jodas Ángeles! Entro en una pastelería china para pillar algo y desayunar. La señora me mira y me regala un bollo. Delgado y sin afeitar desde hace días (…y más días) tengo que tener una una pinta horrorosa.
Hoy es aquí Día de Acción de Gracias. Pues eso: gracias. Yo me voy a la playa. Es mi último día completo en EE UU antes de volver al frío de la Europa más norteña.
Venice Beach y Santa Mónica son Los Ángeles chic de lo que todavía son comunes mortales. Las estrellas de cine y multimillonarios ya viven en otra galaxia: Bell Air y toda la mandanga. Por aquí todo està limpito y en perfecto estado de revista con cuerpos Danone y gente guay. Playita, solecito, shopping de mercadillo, … Mucho deporte, mucha fruta, todo muy sano… La otra cara. En Santa Mónica, me planto en el letrero que marca el final de la ruta 66. Reto conseguido con nota. Desde el lago Míchigan al Océano Pacifico.
Por mucha Acción de Gracias que sea, ni como ni ceno pavo, eso no. ¿Què tendrán los americanos contra los pavos? Estoy en un hotel arregladito en la frontera con Chinatown y he cenado cada día en plan oriental. Aunque parezca mentira, la comida china es de lo mejorcito en alimentación que puedes encontrar en EE.UU. De largo. Por lo menos sin dejarte un ojo de la cara en el plato.
Siempre he dicho que para viajar hay que olvidar todos tus prejuicios y yo iba a EE.UU un poquito picado con los americanos. Es un país que nunca me ha gustado demasiado…Desde hace más de un siglo, en realidad desde el principio de su historia, están en todos los fregados: primero con los indios, después entre ellos, Norte y Sur, más tarde en primera fila de las guerras mundiales, más Corea, Vietnam, Libia, Afganistan, Irak… Y en las demás, con la cara por delante o al disimulo, también han estado y estan. Odio las guerras. Ahora, después de conocer mejor el país en cuestión…¿Como decirlo suavito?…sigue sin ser de mis preferidos, sinceramente.
Yo me vuelvo a Europa vía Reikiavik, Islandia. Después ya vemos. Me dispongo a pasar casi 48 horas entre traslados, vuelos, escalas y cambio horario. Ya me relamo de placer porque a mí los aviones y los aeropuertos me gustan un montón. Esas peceras de humanidad son un poco el sistema de venas y arterias del mundo viajero. Además, está vez vuelo con British Airways y eso siempre es una garantía. Los ingleses son, de toda la vida, los viajeros por definición y, además, en comida todas las compañías grandes estan más o menos a la par (¿pasta or chicken?), pero nadie prepara el zumo de tomate como los auxiliares de vuelo de la British y, más importante si cabe, yo diría que son más generosos con el vino así que… volviendo a casa sin prisa pero sin pausa.