Mi abuela me decía:
«En la vida ni se gana ni se pierde, ni se fracasa ni se triunfa. En la vida se aprende, se crece, se descubre, se escribe, se borra. Y se reescribe otra vez, se hila, se deshila y se vuelve a hilar.
El día que comprendí que lo único que me voy a llevar es lo que vivo, empecé a vivir lo que me quiero llevar».
Poesía Purépecha – Anónimo.
Ya está. He acabado mi Vuelta al Mundo ¡Madre de Dios del Amor Hermoso y el Socorro Universal!… Ha sido una gozada. No sé si es extraño pero, la verdad, confieso que ahora ya tenía prisa. Faltaba muy poco para cumplir el plan que me había propuesto, con excepciones y variaciones desde luego, y notaba dentro de mi mismo que este viaje y esta etapa de vida se estaba acabando. Todo tiene un principio y un fin y hay que cerrar «temas». Con los sueños también pasa eso de «Dejar salir antes de entrar».
Ya me lo decía mi madre, aunque dudo que se refiriera a esto: «Nene, tu llegaràs lejos»…
Han sido algo así como 24 meses, más de 700 días, 30 países de 5 continentes, montañas y volcanes, mares, ríos y lagos, ciudades, bosques, selvas, cañones y desiertos, miles y miles de kilómetros en todo tipo de medios de transporte… Londres, el Transiberiano, el Kumano Kodo, La Cordillera, la terra ingognita de Ha Giang, Ratanakiri, la selva de Nam Ha, el lago Inle, Bangkok, Tasmania, el volcan Taranaki, la Selva Negra, el Mediterraneo, La Capadocia, la Depresión de Danakil y Harar, los montes Kenia y Kilimanjaro, Gurué, las playas de Ifaty, Hermanus, Buenos Aires, la Chapada Diamantina, la Ciudad Perdida de Santa Marta, la ruta Quilotoa, Lisboa y Oporto, Veracruz y la Sierra Madre, el Gran Cañón, Reikiavik y sus auroras boreales….bufffff… Se dice pronto.
Dar la Vuelta al Mundo ni es fácil, ni es barato. Pero, desde luego, el dinero no es una razón para no viajar, màximo es una buena excusa. Es cierto que necesitas un capital, obviamente. Si te mueves mucho, mucho, contando todos los transportes, guías, tasas de Parques Nacionales, etc, etc, tienes que contar un promedio de no menos de 50 o 60 euros al día, entre 1.500 y 1.800 euros al mes. Esos has de tenerlos o buscarlos. Eso son unos ahorros, o unas rentas que puedas haber hecho a partir de buenas inversioncillas con el dinero ganado trabajando 10, 20 o 30 años como un esclavo romano. O, ya viajando, con unos trabajos en lugares y profesiones que te den, en poco tiempo, el dinerillo suficiente para viajar. Antes de la pandemia yo me encontraba constantemente chavales, y no tan chavales, que vivian viajando haciendo eso: buscarse la vida. Y el dinero unos lo gastan en un coche, comidas, peluquería o corbatas. Yo, en viajar. Y seguiré haciéndolo.
Y creo que es una buena inversión en conocimiento y felicidad. No se si lo he dicho alguna vez pero veo claro que las plantas crecen poco en macetas pequeñas. Digo yo. En nuestra sociedad ha llegado un momento que alguien te pregunta «como estas» y, si contestas algo como «Estoy contento» o «Soy feliz», el otro te pregunta: «¿Y eso?» «¿Por que?» «¿Què ha pasado?».
Mucha queja, mucha depresión, poca resiliencia y empatía y todavía menos inteligencia emocional: «Mi pensión es una mierda, vaya porquería de carreteras, el perro del cabrón del vecino se ha meado en mi puerta, el profe de mi hijo es estúpido y le voy a denunciar, no hay derecho a estos precios, hace un frio tremendo y esto no es normal, a mi nadie me falta al respeto, ese árbitro está comprado, el lampista no me contesta al teléfono, este calor es inaguantable… no puedo más… estoy cansado, me pica allí, me duele allá, me aburro, estoy triste…¡¡¡Vamos a morir todos!!!»
Un dia leí una frase que me removió por dentro: «Es imposible dijo el orgullo. Es arriesgado dijo la experiencia. No tiene sentido dijo la razón. Inténtalo, susurró el corazón.» No se de quien es pero a mí me va que ni pintada. Soñé que un día daría la Vuelta al Mundo, pasé mucha vida pensando que era imposible, tuve todas las dudas del mundo… y ya lo he hecho. El tiempo vuela. Una Vuelta al Mundo, en realidad, por si sola es una vida y la mia ya se ha acabado. Habrá que ir a por otra. Difícil superar ésta…
Un agradecimiento eterno a los muchos que me han ido siguiendo, animando, comentando mis posts y haciéndome compañía. Han sido valiosísimos. Una tremenda ayuda en momentos difíciles que también los ha habido. Nada es gratis. Todo tiene su cara y su cruz y las ganas de rendirse no faltan nunca. El blog Alas y Viento sigue, quizás un pelín más relajado, con la publicación de 1 post a la semana, cada martes. Os iré explicando mis viajes, en remembering, en diferido o en directo, porque desde luego voy a seguir viajando, presentando mis mascaras y dando noticias de colaboraciones, exposiciones y actividades. Y también iremos publicando algún A mi Gusto, Amigos Viajeros, El Cau, etc, etc. Lo que salga. Pero seguimos en contacto, faltaría más.
Pues, eso, que ya está. He acabado mi Vuelta al Mundo y, como Antonio Machado, puedo decir aquello de «He andado muchos caminos. He abierto muchas veredas. He navegado en cien mares. Y atracado en cien riberas». Para mi ha sido una aventura más allá de lo pensado, lo imaginado, lo soñado e incluso lo deseado. Ha sido… tremendo.
Tremendo. Estoy orgulloso y feliz. Seguimos adelante, mientras tengamos alas y viento adelante, siempre adelante. Quizás de otra manera, quizás en otros sitios, falta mucho por vivir, descubrir, sentir y falta mucho por escribir… Espero.
Besos.
Alas y Viento