Entre paréntesis. Viajar low cost. Diez mandamientos para ahorrar en viaje.

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Lo prometido es deuda. Dije que un día explicaría mis trucos para ahorrar en viaje. Valen mucho, pero que mucho dinero.

Ahí van los 10 mandamientos para viajar y no arruinarte en el intento.

1.- Agua del grifo o depurada. En la mayor parte de los países del mundo, en restaurantes y alojamientos tienes agua potable gratuita. Rellena tu botella. Si toda el agua que bebes es mineral de pago con marca te va a costar un riñón. Si vas de vino, cerveza o refrescos ni te digo.

2.- Alojamiento en dormitorios comunes en hostels, con derecho a cocina. No sé puede viajar solo y dormir solo. Imposible. En una habitación para ti con baño te dejas el 20% del presupuesto. Así que a compartir. De esta forma, además, conoces y conversas con otros viajeros que te darán datos de gran utilidad. Desventajas? Normalmente, ninguna que no se pueda solucionar con unos tapones para los oídos. La gente que viaja suele ser bastante educada, por la cuenta  que le trae, pero, para casos más complicados como caos de mochilas y ropa u olores desagradables…mano izquierda y aguante.

De estos hostels, una buena opción es la cadena Y.H.A., de Hostelling International, con unos 4.000 alojamientos en todo el Mundo. En teoría es una organización sin ánimo de lucro, muy especializada en mochileros y, por tanto, con servicios muy adecuados. Son básicos, funcionales y de buen precio que mejora con un 10% de descuento si te haces el carnet de miembro. Los 15 euros que vale el carnet lo rentabilizas en menos de 15 días y tiene una validez de un año.

3.- Bares y restaurantes, los mínimos. De ahí, la importancia de que los alojamientos dispongan de cocina a disposición de los huéspedes. Compras, en el súper, y cocina, en el alojamiento. Para excursiones vital comprarte una fiambrera si no quieres acabar hasta el moño de bocadillos. Ensaladas de pasta o guacamole con atún, guisantes con zanahoria y jamón, frutas, sanwitches, tortilla de patatas, salmón ahumado, etc, con un poco de mañana, cariño e imaginación son los menús de los viajeros. La carne y comidas calientes más elaboradas déjalas para la cena. Con la bebida, como cerveza, vino o coca cola y demás, igual: en el súper.

4.- Compra productos del país y fruta y verdura de temporada. Lo lógico, al igual que haces en casa. Lo importado es caro y no ayuda a la economía local.

5.- Amenities y otras gratuidades. Hay un montón de cosas útiles que los alojamientos dan gratuitamente a los clientes: jabón, dentífrico, champú, café, té…. Además, en algunos hóstels tienen organizado en una caja donde la gente, cuando se va, deja para los que vengan detrás productos que no quieren cargar como pasta, sal, pimienta, aceite, arroz…. Si aprovechas todo esto te hace ahorrar un montón de billetes. Y también ahorras peso en la mochila porque si has de llevar un botellín de todo vas dado. Mínimo 1 kg de más. Por si en la ducha no hay gel, trae contigo también una botellita de plástico pequeña para rellenar con el expendedor de jabón de manos. Todo es ahorro.

6.- Transportes, si puede ser, de noche. Te ahorras alojamiento. Viaja en transportes con los locales y camina mucho. No pilles un taxi cuando bajes del bus. Camina y ya vas conociendo la ciudad. Que llevas mucho equipaje? Aligera la mochila que no se necesitan tantas cosas para vivir. Ver consejos sobre mochila viajera (Senegal 2). Y preguntar siempre y estudiar bien pases especiales validos para varios viajes de bus o tren. Los hay en muchos países (Japón, Australia, Nueva Zelanda…)

7.- Caprichos los mínimos. Si vas por la calle y cedes a todo lo que te entra por los ojos LHC. La has cagado. Ahora un helado, después un zumo, ahora una pulserita muy mona, ahora unas galletas, ahora un cafetito, un pinchito de aperitivo, Disciplina tu mente. El Mundo no es un gran centro comercial. Regálate cada día algo si quieres. Pero no más, no actúes por impulso. Y no te cargues de “por si acasos”. Tu espalda, por el peso, y tú cartera, por el dinero, te lo agradecerán. Ah! La navajita multiusos te la quitarán en la primera aduana que pases.

8.- Monumentos y atracciones de pago. Esta lleno de actividades y visitas gratuitas. Espabila un poco o no llegarás muy lejos. Pregunta a la gente. Para eso están los centros de información y los viajeros con los que te vas encontrando. Escoge muy bien lo que haces pagando. Actividades o tours organizados son muy cómodos pero te cuestan entre 3 y 5 veces más que si lo haces por libre. Eso, en un viaje largo, es una fortuna y, al fin y al cabo, un tour organizado no supone nada más que, en lugar de controlar tu viaje, tienes que controlar al que organiza tu viaje.

9.- Ofertas. Mira siempre ofertas. Por ejemplo es más barato comer fuera que cenar porque para comer suelen haber menús y packs. En los súpers suelen ofertar lo que está cerca de la fecha de caducidad. Maniobra con cabeza. Compra por precio, no por capricho.

10.- Normalmente martes y miércoles son los días más baratos para volar. Compara buscadores de vuelos. Lo ideal, haciendo honor a lo de “Lo importante no es el destino si no el camino”, es utilizar buscadores que permitan la opción de fechas y destino indeterminados. Se trata de viajar. ¿Qué más dará dónde?

Además de todas estas normas generales hay más detalles y cada país tiene sus especialidades y truquillos locales, pero eso…eso ya es para nota.

 

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