Entre paréntesis: Vuelta al Mundo. El final del sueño.
Pues…a puntito de despertar. Mi sueño de dar la Vuelta al Mundo llega a su fin.
El pasado viernes, 28 de Octubre, empecé la última fase de ese viaje, El Viaje, con mayúsculas. Hace un par de semanas, pero de hace 3 años, estaba intentando subir el Kilimanjaro y, hora, ya estoy en EE.UU y esa ultima etapa me llevarà desde Chicago, de costa a costa y tiro porque me toca hasta acabar en Los Ángeles y, después, aterrizar en Reijkavich, con una paradiña en Londres para presentar mis respetos a Fox i Livingston, e ir bajando hasta volver a casa. No va a ser mucho tiempo, ni 2 meses. Os lo voy contando en directo a partir del próximo martes 8 de Noviembre.
Parece mentira. Esta es una aventura maravillosa que me habrà tenido viajando durante, más o menos, 700 días repartidos en 5 años y conociendo, bien, bien, unos 30 países de este enorme planeta. Yo contaba que acabaría en 3 años, pero al final habrán sido 5. El coronavirus, otra aventura dentro de la aventura, lo paró todo y me ha obligado a cambiar planes a su medida más que a la mía. La aventura es así y, como siempre digo, yo tomo mis decisiones y, luego, la vida hace lo que le da la gana. Caprichosa la vida.
Pero, desde luego, toco madera y… Madrecita que me quede como estoy. Acabar una vuelta al Mundo es algo extraordinario y un privilegio abrumador. A muchos se les ha truncado el camino, o bien porque les ha ido mal y una circunstancia no contemplada les ha hecho desistir, o porque les ha ido bien y con el deambular han encontrado un amor, un proyecto o un lugar que les ha llevado a echar raíces. Es lo que tiene el ramblear: pasan cosas. Yo parece que, con mis más y mis menos, voy a acabar. Lo tengo a tocar de la mano.
He conocido a Éxito, a Fracaso, a Miedo, a Sorpresa, a Fascinación, a Dolor, a Cansancio, a Nostalgia, a Placer, a Nervios y a Serenidad, a Aburrimiento, a Diversión, a Felicidad, a Tristeza, a Excitación, a Riesgo, a Prudencia, a Repugnancia, a Bondad y a Maldad, a Estupidez, a Sapiencia, a Decepción, a Frío y a Calor, a Satisfacción, a Plenitud y a Frustración, a Pena y a Alegría, a Paciencia, a Error y a Acierto…. Imponentes todos. Algunos ya los conocía de vista y a otros bastante bien pero ahora he estado más intensamente con ellos. Todo es más intenso en viaje. Me los volveré a encontrar.
¿Què haré después? Primero que haya un «después» y, si lo hay, seguirè soñando, desde luego. Por ahora no pienso mucho pero, obviamente, mi vida ha cambiado. De entrada soy 5 años más viejo (perdón, se dice «mayor») y cascado, y eso, cuando se trata de «caminar», no es nada desdeñable. Además, ahora tengo otras responsabilidades, sobre todo para con mi colección de máscaras del Mundo Alas y Viento, que me lleva a proyectos de aquí para allà. Eso supondrá, y ya supone, cambios en el blog y en mi vida pero, naturalmente, yo voy a seguir viajando y creciendo todo lo que pueda y un poquito más. Siempre un poquito más.
Al fin y al cabo, dar la Vuelta al Mundo no significa conocer el Mundo en su totalidad y me faltan cómo 100 países por ver más muchos otros donde me gustaría volver para ver más. En todo caso, para conocer todo nuestro Mundo necesitaría otra vida. Ya lo decía Vittorio Gassman: “El único error de Dios fue no haber dotado al hombre de dos vidas: una para ensayar y otra para actuar.” Yo me siento bien ensayado y de vida no tendré nunca suficiente.
A partir de ahí, por lo menos me quedan varias, muchas, etapas «escoba» para ir a zonas que me he ido saltado en mi afán de ir siempre hacia adelante: el centro de Africa, todos esos países que acaba en «tan», como Afganistán o Kazajistán, un montón de Centroamèrica, Israel y Jordania, Buthan, Pakistán, muchos países ex soviéticos, islas e islitas en medio del Océano con medalla y tratamiento de país, grandes superficies inacabables como Canadá o Mongolia…Buf ¡No me queda nada!
Pero ahora, lo dicho, EE.UU, vaqueros, rascacielos, jazz, el Gran Cañón, Hollywood… las auroras boreales nórdicas, un par de países que se interpongan en mi camino hacia casa y…un descanso, cortito, cuanto más cortito mejor. Cómo quién dice, sólo para coger carrerilla.
Mientras tanto, a disfrutar a tope de esta última parte del sueño porque ya amanece y, me temo, de un momento a otro despertaré.
Alas y Viento