MAIZO
Autor: Jesús Romero
Material: madera de copal y pintura en aceite.
2.021, Chichihualco, Guerrero, México (AMÉRICA)
La danza de los tlacololeros representa la batalla de los agricultores con los agrestes terrenos de la región montañosa, los cuales tienen que desbrozar y barbechar con mucha dificultad para cultivar maíz. La palabra mexica tlacolol alude a las milpas montaraces e inclinadas, en laderas y terrazas, donde el campesino debe enfrentar también a animales y fieras que ponen en peligro sus sembrados. La temática principal ronda sobre los destrozos ocasionados a los campesinos por un jaguar.
Se cree que esta danza se bailaba antes de la conquista en la región de Chilapa y que su ascendiente directa fueron los Zayocapoteros, que recibían esa denominación por el zoyacapote, capa elaborada con zoyate (hoja de la palma seca).
Esta danza-teatro forma parte de un rito moderno propiciatorio de lluvias. Consta de dos partes, la primera totalmente bailable en la que se esbozan algunas actividades agrícolas, en tanto que la segunda es una expresión netamente teatral en la que se ejecutan tanto actividades agrícolas como de caza, utilizando diálogos chuscos relacionados con las faenas de los campesinos de la región.
En la trama, los protagonistas –catorce bailarines más el Tigre y el Pitero- bailan al sonido de la flauta y un pequeño tambor para representar la persecución del jaguar, principal peligro para campesinos, cosechas y animales de corral.
Para espantar al jaguar los tlacololeros hacen tronar un látigo llamado chirrión, un lazo con cadena, cuyo sonido es también considerado un llamado a las lluvias para que haya buena cosecha.
El “Maizo” representa al hacendado dueño de las tierras y del ganado que el jaguar está dañando y lleva el mando de la danza. El “Salvador” encarna a un caporal y es el segundo en jerarquía. El “Tlacololero” representa al capataz de un grupo de peones o sembradores, en tanto que el resto del grupo representa a los peones.
En Chichihualco, a diferencia de otros pueblos del Estado, los tracololeros son negros, unos dicen que por simple cuestión de decisión estética y otros que por referencia al moreno intenso de la piel de los agricultores en lugares tan rabiosamente soleados como estos parajes.