EL TIEMPO
Autor: J. Guadalupe Candelario Castro
Material Madera pintada
2.022, Suchitlan, Comala, Colima, México (AMÉRICA)
En la región de Colima aún se conservan tradiciones prehispánicas de origen náhuatl que, con el paso del tiempo, se han entremezclado con tradiciones cristianas por efecto de la instrumentalización por parte de los misioneros católicos de las danzas y ceremonias indígenas para la evangelización.
Los nahuas de Suchitlán incluyen en sus pastorelas a un personaje al que nombran “El Tiempo”, un ente imaginario cuyo rostro combina, según unos, un hombre y dos mujeres, según otros las tres edades del hombre, y siempre una corona y el sol. La máscara sintetiza elementos esenciales: abstracción, dualidad, expresividad, simbolismo. Así como se complementan lo femenino y lo masculino, se suceden implacablemente la vida y la muerte, también se alternan en interminable secuencia la noche y el día y la lucha entre opuestos. En la época prehispánica se realizaron máscaras similares con la variante de un rostro con triple desdoblamiento: el joven, el hombre maduro y la calavera descarnada.
La pastorela es una forma musical de origen pastoril que tuvo especial desarrollo entre los trovadores provenzales en Occitania, Cataluña y Galicia. En Latinoamérica se desarrolló a partir del siglo XVI como un género dramático religioso. En Comala las pastorelas se representan la noche del 24 de diciembre, el 25, día de Navidad y año nuevo, el 6 de enero día de Reyes y el 19 de marzo.
Las pastorelas, como decíamos, fueron introducidas también como instrumento de evangelización durante el periodo colonial. Durante la conquista, los frailes aprovecharon la tradición y gusto de los indígenas por las danzas y las transformaron para apoyar ese proceso de evangelización y enseñanza de la fe católica. Introdujeron el concepto del mal a través de los infieles como Judas, Barrabas, Goliat, Pilatos, los Moros, Fariseos y Judíos, etcétera, en tanto que los cristianos y el señor Santiago venían a representar el Bien y el triunfo de la Fe.