LUNA JOCKER
AUTOR: Taller Arlequín
MATERIAL: Papier maché
1.991, Peretallada, Girona, Catalunya (Europa)
Por contraprestación al poder luminoso, activo y masculino del sol, la naturaleza nocturna de la luna la ha hecho ser asimilada al símbolo universal de la Gran Madre o Mater Magna. Unicamente en unas pocas culturas, como la de los aborígenes australianos, la luna es un personaje masculino.
Tradicionalmente, se ha responsabilizado a la luna de una importante influencia en el comportamiento humano, desde los simples casos de cambios de humor hasta el extremo de la leyenda del hombre-lobo.
En el siglo XVIII, el jurista inglés sir William Blackstone dictaminaba que «un lunático es alguien que ha perdido el uso de la razón, que unas veces está en su sano juicio y otras no, lo que con frecuencia depende de las fases de la luna». En el siglo XIX hubo un juicio por homicidio en el que el acusado alegó en su defensa que «se volvía loco cada vez que había luna nueva o llena». Su nombre era Charles Hyde y su caso inspiró al novelista Robert Louis Stevenson para crear el personaje de Mr. Hyde, un ser monstruoso que aparece cuando el Dr. Jekill se transforma en su alter ego.
Igualmente, aunque sin confirmación científica, numerosas estadísticas de seriedad reconocida han relacionado las fases lunares con los suicidios, los ingresos siquiátricos, los nacimientos, el deseo sexual, las hemorragias, etc.