DIABLITO BORUCA
Autor: Ezequiel Rojas
Material.- Madera de balsa y acrílicos
2.018 Costa Rica (América)
Los Boruca son conocidos por sus artesanías y, especialmente, por sus singulares máscaras pintadas en madera de balsa. Estas máscaras son importantes en la ceremonia del Juego de los diablitos boruca, que se celebra cada año entre el 30 de diciembre y el 2 de enero en la comunidad boruca y, el primer fin de semana de febrero, en la localidad de Rey Curré. La fiesta escenifica la lucha entre el pueblo boruca, los diablitos, y los conquistadores españoles representados por un toro.
Cuando llegaron a Costa Rica los españoles en el siglo XVI, los boruca fueron de los grupos que más resistencia opusieron a la conquista. Juan Vázquez de Coronado documentó ya en 1.563 la existencia de poblaciones fortificadas, denominadas palenques, además de registrar la fiereza en el combate de los indígenas, incluidas las mujeres que conformaban, dicen, una clase guerrera: las biritecas. Sobre este tema hay informaciones contradictorias por lo que no me atrevería a asegurar, ni mucho menos, si es Historia o es leyenda.
Se considera que el juego de los diablitos rememora estas luchas. Otros autores consideran que la tradición bien podría ser más antigua, anterior al contacto con los europeos, pero que a la llegada de estos se adicionaron nuevos elementos, como sería el caso del toro, animal desconocido para los pueblos aborígenes prehispánicos.
Para los borucas, el juego de los diablitos, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de Costa Rica en 2017. representa su lucha del pasado, además de las luchas presentes y futuras que libran frente a la amenaza de su desaparición como etnia. Hoy quedan sólo un par de miles de borucas y el juego de los diablitos da un sentido de identidad comunitaria.
Está máscara jugada en la fiesta de los diablitos, y, por tanto, cargada de energías místicas para los borucas, ha sido objeto de restauración, siguiendo criterios de intervención mínima, por pequeñas roturas provocadas en juego y viaje.