Este post está escrito en dos idiomas, el castellano y el de mi tierra, el catalán. Mezclado, no agitado. Seguro que se me entenderá. El catalán es pura música.
Llega la Semana Santa y miles de personas vendrán a mi pueblo que es precioso pero, …aviso para navegantes:
TRAMONTANA
¡¡¡Por fin 7 días de tramontana!!!!! Por fin. Ese maldito viento que limpia, obsesiona, duele, centra descentrando y me da ese punto de locura que tanto necesito para ser.
Últimamente, desde hace ya muchos años, la tramontana solo dura un día o dos y me falta dosis, me quedan ganas. Ahora sí eres tú, cabrona. Larga, de días, quitándome poco a poco la serenidad.
Sort que «Ningú m’espera allà dalt i l’infern no m’interessa» …
Per fi véns tramontana! Em sento trist i viu, tant viu com per cagar-me en la mare que et va parir a tu i a tots plegats incloent me a mi És per fer-se’n verdaderes creus!!!! Em fa mal l’ànima i tots el ossos pero em sento bé, molt i molt empordanés.
Han estat díes de foc a la llar, torrades, costelles i xuies. ¿Qué? Que algúns també s’han venut el foc!? ¡¡¿La llar?!! Ostras… potser sí que ja es hora de retirar-se mes endins.
Quizás, no sé.
Antes lo entendían todos. Hasta García Márquez te dedico un cuento: «Tramontana». Antes nos temían porque éramos «els tocats per la tramontana«. ¡Qué tiempos aquellos! Éramos respetados casi cómo los galos de aquel irreductible pueblo de Goscinny y Uderzo pero…
Pero de ser hospitalarios nos hemos dejado comer hasta el espíritu. O quizás nos hemos pasado de codiciosos y nos hemos vendido el paraíso por treinta monedas que, encima, ya hemos gastado. De orgullosos bárbaros a humildes vasallos… Pero es que tu no estabas tramontana, tu te habías ido. Por el cambio climático o por la madre que te parió pero ya eras sólo un par de días de rabia. Y nosotros también. Cuatro gritos y ya está. Nada.
¿I llavors el nens qué? ¿No sabrán de la tramontana? Trist.
Ens feias falta… aquí ho estem perdent tot… ens fas falta per engegar als que som, als que están, als que vénen, als que van I a tot plegat perque Deu sap que ja esta bé de tocar els collons a l Empordá.. M’agradaria sapiguer qué ha fet que tornis. La gent supérbia? … ¿Les motos d’aigua? … L’urbanisme salvatge? ¡¡¡¿O la mare que et va parir que ha dit PROU?!!!!
Naces en el Empordà, soplas cada día más flojito y vuelas pero no sales de aquí. Deberías soplar más fuerte y volar más lejos y ver Mundo porque, de un día a otro, cuando vuelvas, todo esto no será más que cemento, polvo y arena sin vida y ya todos nos habremos convertido en pescados sin barca, sin cala, sin amor y sin dinero.
Ara ja amainas però han estat 7 díes guapus. Ja veuràs com t’hem respirat. Tots estem plens de mala llet I els nostres politics han agafat una trempera que se’ls se sentirá arreu. Aquí no passarán els que ens volen enfonsar. Ja ho veuràs. Els nostres dirigentes anirán a crits amb els seus partits, els seus companys I els seus amics i enemics I tots tornarán a dir: ¡¡¡Cuidadu!!!! Aquest, aquesta, aquests estan tocats per la tramontana! ¡Son bojos I fan mitja por! I tu tornaràs a estar orgullosa d’ells, de tots nosaltres, de la teva Terra i dels seus fills.
Gent forta, gent dura de rauxa i amb excusa per a tenir poc seny. Por tu culpa, tramontana.
También somos gente simpática… si me entiendes. Si no m’entens allá tú. I també gent tendre, mentre no ens toquis el que no sona.
Per què es fácil tocar-li el ous a tothom però diuen, deian, que a un empordanés es perrillos tocar-li la Terra. Som bojos. Pero ara son ells, gent de fora, «que no creu en l’amor«, que venen aquí, senten una mica de tramontana I diuen il.lusionats:
«¡Que bonita es la tramuntana¡»
La mare que ens va parir…
Aquí la gente de buena voluntad es bienvenida y hablamos todos los idiomas. Pero venid con respeto. Mascarillas, distancia, educación y a disfrutar. Estáis en el mismísimo ombligo de la
TRAMONTANA
Nota. Espero ser, si no eximido, sí indultado por los puristas en este ejercicio que soy consciente puede ser acusado de escritura en catañol però, en Begur, a esto hay cierta tendencia. Entre el mar abierto, las fuertes y queridas raíces andaluzas de muchos de sus habitantes y tanto viento… ¿Qué le vamos a hacer?