1

El Cau. Manuel Carlos de Esteve Sabater.

Con la publicación, en fase «Remembering», del post «Filipinas (4) “La Cordillera” (2ª parte) El Monte Pulag. Bahala na», Manuel Carlos de Esteve Sabater comentaba:

«En Filipinas también hay montañas altísimas…detalles que no me explicaron…ni en la Uni….claro yo era más de Historia. Pero el título es de «Geografía e Historia». Siempre quedan infinidad de vacíos intelectuales!!!»

«Pues encantado de colaborar amigo mío. Muy honrado. Desde luego todo este Mundo maravilloso no cabe en intelecto alguno», le contesté, pero el comentario tiene mucho mas jugo…

Cuanto más viajo más me acerco a aquello de «solo sé que no sé nada» . En realidad todos ignoramos mucho de todo y yo, desde luego, tengo todas las ignorancias. Incluso descubro a menudo que hay cosas de mi que ignoro. Y mira que paso horas conmigo desde hace años y años. 

Creo que, acabados los estudios, debería existir un postgrado de 6 meses o 1 año viajero que subiera nota. En algunos países eso es una tradición entre los jóvenes. Quizás incluso habría que exigir «recordatorios» cada 5 ó 10 años ¿Una especie de servicio social? En todo caso, hay que salir de la «zona de confort». Que corra el aire ¿no? 

Las plantas, en maceta pequeña, llega un momento en que ya no crecen. 




Amigos Viajeros. Jordi Salat. Los viajeros de mi vida.

He conocido a Jordi Salat con ocasión de la exposición de mi colección de Mascaras del Mundo en Amics UNESCO Barcelona.

Jordi es un espíritu inquieto, de carácter intelectual, autodidacta y siempre rodeado de libros. Está ahora ocupado en la creación de un grupo que denomina Amics De California i Catalunya, en un montón de proyectos de promoción de diálogos y opiniones y en un nuevo libro sobre mitos viajeros cuya edición espero con ilusión.

Aquí os dejo su aportación a esta sección de Amigos Viajeros. Gracias Jordi.


 

Los viajeros de mi vida

Recuerdos y reflexiones cuando ya ha pasado el tiempo

Más allá de la exposición de lugares y vivencias de mis viajes personales, reflexionaba yo, cumplidos ya los setenta, sobre los viajeros  de los cuales he tenido noticia a lo largo de mi vida, sus viajes, sus inquietudes, sus objetivos, su fé, sus vivencias y las huellas que han dejado en mí, en mi alma, en mi personalidad, a veces en forma de recuerdos, a veces en forma de emociones y vivencias interiores, así como, significativas, espectaculares y bellas imágenes  de los exteriores del mundo físico y material por el cual viajaban.

En cierto modo, leer sus libros y sus historias también me ha hecho ser viajero incluso antes de viajar. He viajado sin moverme del lugar en el que me encontraba. Viajar, me pregunto: ¿qué clase de experiencia es y qué aliento induce al movimiento del cuerpo en el espacio material exterior y del alma en el espacio espiritual interior? Porqué a mi entender, hay dos clases de viajes: el exterior y el interior.

Las reflexiones me llevan hasta el origen, lugar en el que nos encontramos cuando llegamos al infinito, (cuánto más lejos vamos, más cerca estamos del origen) y en el origen, los mitos cosmogónicos, de Abel y Caín: Abel el pastor, el viajero; Caín, el agricultor, el sedentario. Una dialéctica de la Creación.  Los viajeros y las sedentes dos actitudes naturales en los seres humanos.

Las letras hechas palabras pueden tener el mismo efecto alentador que el viento bajo las alas o contra las velas de los veleros. Y me pongo a escribir mientras escucho la música y las canciones que compuso Neil Diamond sobre el libro Jonathan Livingston Seagull, escrito por Richard Bach. Volar, abriendo las manos, mostrando el pecho en el que habita el corazón amoroso y mirar con los ojos de la cabeza en la que habita el cerebro racionalista que analiza los pensamientos, como alas, y dejarse llevar con valentía por el viento hacia un más allá misterioso mientras nos preguntamos quién sopla el soplo que nos hace sentir que somos seres vivos y parte de la Vida y el gran Ser que somos conjuntamente. Eso, creo yo, da sentido a nuestra existencia. Y, eso, es viajar. El mensaje sería atrevernos a ser lo que somos, viajeros y sedentes – que también los que viajan se sientan a descansar de vez en cuando-, y sentirnos que somos parte de todo el mundo, de toda la Creación y hacer así honor al Creador, eso también es vivir i dar sentido a la Vida.

Y, así, filosofando, reflexiono y busco en mis recuerdos, preguntándome: ¿quiénes fueron los primeros viajeros de los que tuve noticia?

He llegado a la conclusión de que los primeros viajeros de los que tuve noticia fueron los tres magos que, desde el Oriente, siguiendo una estrella del cielo, fueron hacia Occidente para encontrar a un niño recién nacido al cual consideraban era encarnación filial de una Divinidad. Cuando he llegado a esa conclusión he dudado si debía dejar constancia escrita o bien debía guardármelo para evitar juicios de personas para quienes una foto de estos magos viajeros les puede resultar fuera de lugar. ¿Viajaron? ¡Sí! Luego dejo constancia porqué la sinceridad forma parte de la moral y la ética del buen viajero. Compartir y amar son virtudes viajeras. Ser viajero es una manera de ser. Me atrevo a decir que es Ser. Los magos ofrecen obsequios, estos obsequios, fruto de un acto de generosidad, forman parte del ritual de los buenos viajeros: donar, dar-se a los demás para compartir, pasar del ser al somos. El buen viajero conoce lo esencial, no une, no impone, comparte.

Y llega a mi mente el recuerdo de un libro que leí hace tiempo escrito por otro viajero que fue de Occidente a Oriente, se trata del Viaje a Oriente de Herman Hesse. Este libro cuenta el proceso que lleva a los protagonistas hacia el descubrimiento de una Realidad hasta entonces desconocida. Es un viaje fantástico que tiene como objetivo encajar a los seres humanos en una dimensión que está ubicada más allá del tiempo y del espacio en un Todo en el que somos compartiéndonos. Cito la frase del pensamiento budista hindú que dice: Y Dios dijo, quiero ser muchos.

Siguieron otros que llamo los viajeros de la fe, puesto que éste era su móvil, como lo fueron los apóstoles y misioneros cristianos, así como peregrinos de diversas religiosidades que viajaban a sitios concretos para rendir culto a monumentos megalíticos, vírgenes negras, una piedra negra como el caso de la Kaaba y edificios arquitectónicos diversos, con columnas i estatuas, considerados templos.

Uno de ellos fue Moisés el cual viajó desde Egipto a la tierra dónde habitaban los camitas, hijos de Cam, los cuales estaban sujetos a la maldición de Noé que los condenaba a no poder gozar de soberanía política según se puede leer en la Biblia en el Génesis 9:25. Y Moisés viajó siguiendo las instrucciones de Jahveh, que a su vez también viajaba en una nube que era grisácea de día y fosforescente de noche. Me resulta paradójico que para viajar Dios necesite una nube que cambia de color según si es día o noche. Me lo planteo ahora, de niño no me lo planteé.

Y, así, siguiendo el hilo de mis recuerdos, llegué a un viajero que ha cautivado mi atención durante más de cincuenta años hasta el punto de que he leído más de cien libros sobre él, incluyendo los dos más significativos, como son Diario de a bordo y El Libro de las profecías. Se trata de Cristóbal Colón, otro viajero de la fe. Después de leer sus libros y el del historiador peruano Luis de Ulloa y Cisneros, editado en Paris el año 1927 con el título de Christophe Colomb catalan: la vraie genèse de la descouverte de Amérique, llegué a la conclusión de que era catalán, de origen occitano, terciario franciscano y noble belónida de los reinos de la Corona de Aragón. Con él descubrí que viajar puede resultar peligroso ya que puedes descubrir cosas que un mal poder que regenta el mundo quiere mantener ocultas. Viajar es descubrir, conocer, mostrar, dar testimonio. Leer libros de viajes también puede ser peligroso. Viajando se descubre la Verdad, leyendo también. La Verdad es viajera, puede cambiar de formas. Hay quién ha predicado que el amor a la Verdad es el más alto amor que se puede sentir para viajar hacia lo Transcendente, el Más Allá. Éste es para mí el Gran Viaje de esta Vida.

Los viajeros pueden acabar en la cárcel porqué “descubren” para ellos mismos y para las demás cosas que alguien, que no ama la Verdad ni la Realidad quiere mantener ocultas.  “Colom” fue encerrado en una cárcel del reino de Castilla. Otro viajero como fue Marco Polo, fue encerrado en una cárcel también, en su caso de Génova o Venecia, y también como “Colom” escribió un libro, en el 1298, que dictó en la cárcel a un tal Rustichello de Pisa el cual lo escribió en lengua provenzal, langue d’oc o occitano, con el título original de Le divisament du monde, posteriormente como Livre des merveilles du monde, o Il Milione. Se le ha traducido y dado a conocer como Libro de las maravillas.

Otro viajero, Miguel de Cervantes, terciario franciscano como “Colom” escribió un libro sobre uno de los viajeros más famoso del mundo, El Quijote o Quixot, y también fué encarcelado.

He tenido constancia de muchos viajeros a lo largo de mi vida que han escrito libros y han acabo en la cárcel o han tenido que viajar al exilio de su lugar de nacimiento, o del lugar en el que habitaban y en el cual se habían integrado, conocedores de que el Todo está en la esencia de la diversidad, de forma natural.

Escribo sobre los viajeros que he tenido noticia a lo largo de mi vida. Hablo de ellos. Sus viajes me han enseñado, gracias a ellos he conocido cosas de la Existencia y de la Humanidad. He seguido las huellas de los viajeros he tomado consciencia de las reflexiones que me han sugerido. Detalles que quedan encriptados, que a unos les pasan desapercibidos y a otros no,  y que son percibidos por éstos quizás porque tienen aquel don que Ramón Llull llamó el afatus o facultad de entender. ¿Dónde se encuentra esta facultad? Con sus vivencias, he reflexionado sobre el Ser y el sentido de la Vida, sobre el viento que sopla en el espacio, la esencia del soplo y la identidad del Soplador. Seguiré viviendo, seguiré viajando, seguiré leyendo, seguiré escribiendo. Seguiré conociendo viajeros a lo largo de mi vida, de hecho, he conocido algunos de los que tendré que hablar próximamente. Seguiré viajando y contaré mis propias experiencias, seguiré viviendo la vida, que me hace seguir viviendo y descubriendo una Existencia en la que existo, en el Ser que soy siendo.

 

Foto: Jordi Salat

Mosaico iglesia Sant’ Apollinare il Novo de Rávenna (La Romaña. Italia)

Detalle del Mapamundi del portugués Domingos Teixeira de 1573[1].

[1] Se observan en América, escudos con palos rojos sobre fondo amarillo como los que corresponden al Condado de Barcelona, reino de La Provenza (Occitània) y los reinos de la Corona de Aragón. Dicho simbolismo en forma de columnas lo encontramos también en Palmira, en Mesopotámica, en Ur de Caldea tierra camita, en el culto a divinidades como Baal i Astarteh haciendo referencia a los cuatro elementos de la Creación: aire, agua, tierra y fuego.

 

Bandera de Occitania (Actualmente incorporada a Francia)

 

Bandera de la ciudad de Pisa en la Romaña (Actualmente incorporada a Italia).

Jordi Salat (20/11/2020)

josalort@hotmail.com

www.vernaclistes.blogspot.com

www.jordisalat.wordpress.com




Amigos Viajeros. Rodrigo Muñoz Azofeifa

El artículo de hoy en Amigos Viajeros nos habla de Halloween y del colonialismo culturicida.

En algunos lugares del Mundo se batalla contra tradiciones importadas por razones comerciales que sustituyen a expresiones culturales locales y que, como consecuencia, desaparecen del imaginario cultural local. En esas guerras se pierde cultura e identidad y sólo se gana consumo para beneficio de oscuros intereses comerciales.

En pocos casos, demasiado pocos, personas y autoridades apuestan por resistir contra esa nueva forma de colonialismo y, como consecuencia, el capitalismo va sumando  nuevas victorias en aras de la globalización empobreciendo el legado cultural de las comunidades.

Así, hoy día nos lanzamos con la mayor naturalidad a verdaderos delirios consumistas en el «Black Friday», sufrimos sin dolor ataques despiadados del inglés a nuestros idiomas hasta llegar a límites casi cómicos y, con una patética facilidad, nos comemos como caramelos, nunca mejor dicho, costumbres foráneas como el Halloween que, si coinciden con tradiciones ancestrales propias, las arrasan hasta la extinción.

Con ocasión del IV Encuentro Internacional de Maestros Mascareros conocí al Licenciado Rodrigo Muñoz Azofeifa, Investigador de Tradiciones Costarricenses y una de esas personas que sí lucho, y venció, en una de esas guerras contra ese silencioso imperialismo cultural que, en su caso, amenazaba con hacer desaparecer las magníficas Mascaradas de Costa Rica. El me ha hecho el favor de explicarlo para todos los seguidores de Alas y Viento.

Gracias Maestro. Un abrazo.


 

Las Mascaradas Tradicionales derrotan al Halloween en Costa Rica

El 31 de octubre es una fecha festiva a nivel de muchos países y, en especial, en Costa Rica donde coinciden nuestras mascaradas tradicionales y Halloween aunque sean totalmente diferentes e incluso contradictorias.

Voy a iniciar haciendo una referencia a cada una de estas costumbres para justificar el título de este artículo.

Lo primero que quiero aclarar es que no hay ninguna relación entre  el Haloween y las mascaradas tradicionales, ninguna  manifestación cultural de identidad, sincretismo ni tampoco raíces comunes. …“Halloween es una fiesta que empezó a entrar al país, Costa Rica, en los años sesenta y a mediados de los años ochenta se centra en los ámbitos sociales, el fenómeno del mercado y el poder adquisitivo en los años noventa del comercio Tico porque el ser humano tiende a ser imitador”. “Hemos sido por muchos años bombardeados por una serie de costumbres y tradiciones mediante el comercio que vienen de afuera, una aculturación que, de forma acrítica, hemos adoptado dentro de nuestra cultura”.

Cuando hablamos de aculturación estamos hablando de un proceso de imposición cultural, donde empiezan a intervenir actores ajenos al grupo social limitado al que pertenece el sujeto. Hoy en día nuestros jóvenes, y no solo los occidentales, visten, comen, escuchan, leen, ven y aprenden como los estadounidenses. En nuestro país, como en el resto del Mundo, no hay día que no haya referencia a lo que ocurre en Estados Unidos… Esta influencia es tal que hemos llegado a suplantar muchas de nuestras propias costumbres por aquellas que más nos atraían de ese país. Es un fenómeno muy particular ver como, al pasar a costumbres ajenas que van tomando cada vez más presencia, se va hacia la pérdida de la identidad cultural excediendo del  local conocimiento de otras culturas.

La fiesta “Halloween” comenzó con los antiguos celtas y fue adoptada en toda Europa. Se celebraba hace más de 3.000 años en las etnias celtas, un pueblo guerrero que habitaba zonas de Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia. Esta fiesta fue bautizada con la palabra gaélica de “Samhain” (el significado etimológico es “el final del verano“). Esto es porque durante esta celebración se despedían de Lugh, dios del Sol.

El Día De la Mascarada Tradicional en Costa Rica es una rica expresión de arte popular que fusiona la herencia cultural indígena, española y de otros pueblos. El uso de las máscaras en las culturas amerindias ha sido generalizado y asociado a sus prácticas ceremoniales. Estas celebraciones se mantuvieron en América con la evangelización acompañadas de fiestas de gigantes, cabezudos y caretas .En específico en Costa Rica se inició la tradición en Cartago, y la escenificaban en ocasiones especiales como la Semana Santa, Navidad, Cuaresma y las fiestas de moros y cristianos. Fue así como surgió el cristianismo festivo. Luego, en 1820, surgen con institucializacion de la Virgen Nuestra Señora de los Ángeles, Patrona de Costa Rica, muy ligada con las personas humildes y creyentes de milagros y favores. En 1977 se dejan de realizar estas fiestas debido a la prohibición por la Iglesia al considerarse contrastaba con las festividades religiosas.

Fue en el año de 1995 cuando tomé la decisión de, en el cargo de Promotor de Cultura, asumir la tarea de rescatar de nuevo esta tradición de las mascaradas tradicionales en Cartago. Era muy preocupante ya entonces que la juventud de nuestro país había olvidado las mascaradas y había un influencia bastante fuerte en el comercio y las discotecas de bailes de celebrar el Halloween. Esta preocupación coincide en intereses con la iniciativa del Ministerio de Cultura y Juventud siendo Ministro don Arnoldo Mora, con un equipo de técnicos, quienes escuchan el clamor de los sectores de cultura popular. Fue así como prepararon un documento  mediante el  Decreto Ejecutivo N° 25724, declarando  el 31 de Octubre Día Nacional de la Mascarada Tradicional Costarricense.

El Decreto destaca que la artesanía mascarera costarricense, presente en las diferentes actividades culturales, constituye un elemento importante para la educación y recreación de nuestro pueblo. Al año 1997 quedo publicado y queda en firme;  con este fundamento se  inicia  la investigación sobre la historia de las mascaradas en la provincia de Cartago, en especial respecto a las actividades  de las mascaradas que se habían desarrollado desde 1824 a la fecha. Pretendí al inicio  autenticar lo nuestro mediante los creadores, lo autóctono desde lo religioso y cívico de las diferentes eventos de acuerdo a las  épocas promoviendo esta manifestación para que volvieran las mascaradas a Cartago e incentivando a las nuevas generaciones para que asumieran esta fiesta. Y es así como se fue adquiriendo conciencia y mayor participación, en especial de la niñez y la juventud,  de una madurez sobre la importancia de preservar y difundir la realización de mascaradas como símbolo de expresión cultural. El Colegio Universitario de Cartago respaldó esta  iniciativa para lo cual se genera un proyecto  estratégico cultural, primero en Cartago y luego a nivel nacional, con el objetivo primordial de promover el conocimiento de las diferentes manifestaciones culturales existentes en el país como «un aporte dirigido a recuperar y consolidar la identidad cultural del ser costarricense»

Recuerdo que hace veinte años, cuando nadie se había interesado en este rescate ni tampoco en un trabajo de investigación, fue el señor Oscar Guevara Chacón, a sus 90 años de edad, que había sido bailarín mascarero desde niño, quien me guió y me llevo con los mascareros Avelino y Guillermo Martínez , y fue así como nació la estructura de este proceso. Fui documentando toda la información de cada visita y de cada entrevista con fotografías, y luego los motivamos para que retomáramos esta tradición. Fue una labor ingente, buscando recursos, convenciendo a los patrocinadores y también al Colegio Universitario de Cartago para que asumiera este gran proyecto cultural como suyo. Impartimos charlas, talleres, conferencias, realizamos exposiciones de máscaras e involucramos al Ministerio de Cultura y Juventud para que declarara de interés cultural esta estrategia de Cartago en favor de la cultura propia. Fueron muchos los logros y las familias disfrutaban a lo grande esta tradición, con los abuelitos y papas que de niños habían vivido las mascaradas.

Fue una lucha entre el Haloween y las Mascaradas para que ese día 31 de octubre no se celebraran fiestas del Haloween. Con el Ministerio de Educación realizamos  un  gestión importante al incluir dentro de sus temarios el rescate de las mascaradas y, con el apoyo de sectores importantes de Cartago, como lo son las municipalidades y muchas organizaciones cartagineses, todos se unieron a revivir y activar la más antigua tradición festiva popular cartaginesa. También nos involucramos con sectores internacionales que nos respaldaron, como fue el Círculo de Amigos de los Gigantes del Mundo CIAG, dándonos un valor de reconocimiento por la gestión cultural y destacando nuestra labor el Municipio de Barcelona, España, al realizar una edición especial de  estampillas de  las mascaradas costarricenses.

Año a año los pasacalles del Encuentro Nacional crecieron de agrupaciones de mascaradas El Diablo, la Muerte, la Segua, la Llorona, la Giganta, el Polizonte, el Padre sin Cabeza , personajes propios de la mascarada tradicional costarricense. Su elaboración, verlas desfilar por las avenidas y calles de Cartago, permitió la expresión de tradiciones antiquísimas y poner de manifiesto el talento creativo de nuestros artesanos y cimarronas además de grupos artísticos, todos aglomerados ante el paso de las festividades mascareras que, hoy día, han dejado en el olvido a Halloween.

 

 




MASCARAS DEL MUNDO (3). Rangda.

RANGDA

AUTOR: Anónimo

MATERIAL: Madera pintada

1.995 Bali, Indonesia (Asia)

El arte de la máscara en Bali es una especialidad que se transmite a menudo hereditariamente. La mayor parte de estos artistas se concentran en las zonas de Mas y Singapadu y solo alguno de ellos crean máscaras sagradas de Barong y Rangda. La manufactura de estas máscaras sagradas es todo un rito que se inicia con la elección del autor y del árbol cuya madera se trabajará. El artista y los sacerdotes realizan ofrendas al dios del lugar donde han crecido los árboles y al dios o espíritu del propio árbol. A partir de aquí, todo el proceso, que puede durar más de cuatro meses, sigue un rígido ritual en el que todo es cuidadosamente escogido: el día de inicio del trabajo, los detalles especiales de la máscara, las ofrendas en cada momento, los instrumentos, las pinturas, etc.

Aunque hay varias versiones, parece ser que la danza Carol Arang, donde interviene esta máscara, tiene su origen en un drama de la obra de literatura clásica hindú Mahabrata que representa la batalla eterna entre el bien y el mal. Rangda, representa en este drama musical una viuda devoradora de niños, reina de espíritus y demonios que dominaba la magia negra. Gran parte de las historias de brujas de Oriente y Occidente, en definitiva el miedo a lo desconocido, especialmente cuando se relaciona con el mundo femenino, no son tan distintas. 

Aunque, obviamente, se ofrecen representaciones turísticas de danzas indonesias sin ningún valor cultural, es fácil diferenciarlas de una verdadera representación popular. Si tienes el privilegio de asistir a una verdadera representación de esta «danza» se te erizan todos los pelos del cuerpo y sientes el escalofrío de la autenticidad. Arte puro y ancestral, cultura viva.

Las danzas de Bali son consideradas por la Unesco Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad

Show more
IMG_20190423_101958_626